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Ética, libertad y gestación subrogada

El otro día, una señora hizo público algo de su vida privada. Hizo público que – a sus sesenta y ocho años – ha sido madre mediante gestación subrogada. Ha sido madre porque otra señora, al parecer de Estados Unidos, le alquiló su vientre a cambio de dinero. Esta historia que, a priori, parece insignificante no lo es tanto. Parece insignificante porque lo que hizo esta mujer es legal y  práctica habitual en EEUU. E insignificante porque la gestación subrogada, al menos donde ella la llevó a cabo, no está limitada por la edad. Cualquier mujer, llámese Manuela o Josefa,  puede – en este caso, con dinero – ser madre a los treinta, a los cuarenta o a la edad que se le antoje. La historia que les cuento fue portada en una revista de renombre. Y lo fue, entre otras cosas, porque la protagonista no es otra que la ilustre, y respetada, Ana Obregón.

Esta noticia ha abierto el debate, en la opinión pública, sobre la "gestación subrogada". ¿Es ético que se alquilen vientres, por dinero, a edades avanzadas? Los seres humanos, decía Immanuel Kant, no tienen valor económico. Su valor les viene otorgado por su autenticidad. Las personas son únicas e irrepetibles y es, precisamente, esta cualidad, la que les otorga dignidad. La dignidad nos corresponde por pertenecer a la especie Homo Sapiens Sapiens. Nos corresponde por ser animales humanos. Animales inteligentes y culturizados. Esa dignidad está respaldada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Derechos que han sido constitucionalizados, en diversos países, en mayor o menor medida. Así las cosas, ¿la gestación, subrogada y pagada, vulnera o no la dignidad del engendrado y de la engendradora? Desde la definición kantiana de dignidad, sí.

Las personas no son melocotones sujetos a las leyes de un mercado. Las personas ni se compran, ni se venden. Las personas no son mercancía sino seres con dignidad, o dicho de otra manera, seres con un valor metafísico que va más allá del dinero. Dicho esto, ¿es ética una gestación subrogada altruista? Sí. La mayor propiedad privada que tiene el ser humano es su cuerpo. Más allá de nuestro coche o nuestra casa, el cuerpo es la carcasa que nos concreta y hace visibles en el espacio. Y ese cuerpo – con sus virtudes y defectos – no pertenece. Nosotros decidimos sobre el mismo. Y lo decidimos desde nuestra responsabilidad. ¿Quién es, por tanto, el Estado para decidir sobre algo tan íntimo como el alquiler de un vientre? No olvidemos que, sin dinero por en medio, la gestación subrogada se podría entender como una acción de ayuda y empatía hacia el otro. ¿Se debería limitar la edad del padre o la madre? Desde la crítica, pensamos que no. No, el Estado no se debe entrometer en la libertad del otro, sino que cada uno la debe gestionar desde su responsabilidad.

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1 COMENTARIO

  1. Juan Antonio Luque

     /  12 abril, 2023

    En lo concerniente a la gestación subrogada habría mucho que debatir ¿Es violencia contra las mujeres que una quiera gestar el bebe de otra, que no puede quedarse embarazada? ¿Si lo hace por dinero es antiético? Y otra pregunta ha hacerse es ¿Cuántos casos de estos se dan en España pero nadie dice nada porque no son famosos?
    Y en lo ético yo me iría mas a: ¿Es ético que una señora y una revista saquen por todo lo alto a cambio de dinero varias exclusivas de todo esto? Porque seguramente con lo que ha sacado Ana Obregón de las exclusivas se ha pagado todo lo que le costo esta asunto. Aquí también entra la ética del periodismo que cada día tiene menos y este tipo de revista menos.

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  • SOBRE EL AUTOR

  • Abel Ros (Callosa de Segura, Alicante. 1974). Profesor de Filosofía. Sociólogo y politólogo. Dos libros publicados: «Desde la Crítica» y «El Pensamiento Atrapado». [email protected]

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