Allá por enero del 2011, comencé la caminata por los pergaminos de este blog. Hoy, catorce años después, la mayoría de los blogs han desaparecido. Las redes sociales, podcast y reels han sustituido a las bitácoras. Aún así, luchando contra la marea, he seguido alzando la voz en medio del desierto. En muchas ocasiones, se me ha pasado por la cabeza tirar la toalla. Tanto es así que he realizado ayunos intelectuales. Al final, siempre he vuelto a la manzana. Y lo he hecho porque es la única forma de descongestionar mi mente. De dejar escrito mis pensamientos y abrir espacio para otros nuevos. Este proyecto personal, la verdad sea dicha, ha tenido muchos detractores. Nadie dijo que era fácil. Una página en Internet es como un trozo de corcho en la aguas de un océano. Se necesita mucha inversión en publicidad para que se constituya una base mínima de comunidad lectora, que genere visibilidad y efecto "bola de nieve". Sin publicidad y sin subvenciones. Sin ningún padrino que te recomiende y/o mencione, el oficio de bloguero se convierte en una tarea ardua y peligrosa para los ojos del periodismo.
Durante los últimos años, he estado muy activo en las redes sociales. Pero, la verdad sea dicha, las redes no satisfacen la función social que pretendo conseguir con mis escritos. Inundadas de toxicidad, insultos y faltas de respeto; no tiene sentido seguir ni un minuto más en esa charca de aguas malolientes. De ahí que, después de mucha reflexión, he decidido desarrollar toda mi actividad en los intramuros de este blog. En la soledad de mi Rincón, opinaré sobre la actualidad. Y lo haré, como lo he hecho hasta ahora, sin ninguna grapa entre los labios. Ahora, estimados lectores y lectoras, sois vosotros quienes debéis, como demócratas, comentar los artículos. De tal modo que cada vez seamos más quienes apostemos por un periodismo independiente. Un periodismo alejado de la ideologización mediática que nos acontece. En esta nueva etapa, publicaré con más frecuencia. Analizaré la actualidad desde mi formación humanística. Y leeré atentamente vuestros comentarios. Comentarios necesarios para desarrollar una crítica constructiva.
Basta ya de ser oveja de rebaño. Si lo quisiera ser, este humilde bloguero escribiría una cómoda columna en algún periódico de renombre. Pero, esa condición no comulga con el intelectual que llevo dentro. El intelectual debe minimizar los sesgos de la determinación. Auque, como diría Roland Barthes, "el autor ha muerto". Aunque todo los que escribimos sean refritos de refritos, lo cierto y verdad es que se necesitan voces valientes. Voces que no se presten a la mercantilización de su mensaje. El pensador de pedigrí piensa sin ánimo de lucro. Y digo "sin ánimo de lucro" porque existen viajeros que prefieren viajar solos que mal acompañados. Ese intelectual, solitario y comprometido, requiere a sus lectores. Se necesita que los lectores también hablen y tomen la iniciativa. Los comentarios son necesarios para que este humilde blog se convierta en un refugio para la crítica. Sin comentarios, sin una diversidad contrastable, la democracia deriva en elitismo. Un elitismo que controla los discursos, programa los guiones y entretiene a una España que sabe leer. Por ello, la opinión pública debe abrir sus tentáculos. Debe hablar más allá de la barra del bar. Y esta, queridísimos amigos, es una gran oportunidad.
Antonio Marco
/ 28 diciembre, 2024Un regalo, de Navidad? Seguir leyéndote y siguiéndote. Prometo comentar y participar más a menudo
Ramón
/ 28 diciembre, 2024¡Ardua tarea! Pero yo seguiré aquí.
Dentro de la ciénaga en la que se ha convertido «Internet» aquí se encuentra un respiro y un sopló de aire fresco y «libre».
Antonio Jesús Acevedo Blanco
/ 28 diciembre, 2024Pues yo te leo y me parece muy interesante todo lo que comentas.
El Decano
/ 30 diciembre, 2024La falta universal de valores y, con ello, de esperanza, es lo que más preocupa a aquellos para los que el día a día es una lucha contra la vulgaridad, el insulto y la mentira. Es cierto y lamentable que la mayoría de los políticos y los medios de comunicación lleven la mayor parte de la culpa de esta desilusión y desesperanza. En la preocupación por generar confusión, crítica y malestar no existe preocupación alguna por los intereses de los gobernados y su bienestar. Son necesarias voces como las este blog que se aleja del ruido, pero denuncia al mismo tiempo que respeta.
Gracias por seguir ahí.
Alejandro
/ 30 diciembre, 2024Ánimo Abel. Felices fiestas.
Ana Macário
/ 30 diciembre, 2024Me alegra la decisión de seguir ahí/aqui. Me dejo acompañar desde hace muchos inviernos-primaveras-veronos-otoños por tus comentarios y tus opiniones. Ya eres uno más en el despacho. A seguir!