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Por una selectividad diversa

Con el titular "Por una selectividad única", los escribas de ABC apoyan la proposición no de ley que presentó ayer el PP en el Congreso. Al parecer, la dificultad del examen de matemáticas, en la Comunidad Valenciana, ha sido el detonante del debate. Un debate, más político que académico, que pone sobre la opinión pública la cuestión acerca de un único examen para toda España o, por el contrario, uno por cada Comunidad Autónoma. Según los escribas de la Caverna, la propuesta de la derecha tiene como fin "acabar con las incomprensibles discrepancias que existen entre las distintas autonomías a la hora de evaluar el acceso a la Universidad, ya que, hoy por hoy, cada gobierno regional decide tanto la fecha como el contenido de los exámenes, pervirtiendo con ello el principio de igualdad". Ante una apariencia de verdad, esta frase adolece de varios sesgos – o silencios – que desde la crítica debemos aclarar.

Aunque cada gobierno regional decida el contenido de los exámenes, tales contenidos son elegidos sobre unas directrices generales. Los contenidos de segundo de bachillerato vienen recogidos en un Real Decreto, concretamente el 1105/2014 de 26 de de diciembre, que regula el contenido mínimo del currículo – para toda España – tanto de la ESO como del Bachillerato. Luego, no se debería afirmar, que cada comunidad de manera libre y autónoma decide el examen de Selectividad. Cambian las preguntas, cierto, pero lo que no cambia es el telón de fondo, el contenido común que los alumnos deben estudiar a nivel nacional. Platón, Aristóteles o las leyes de la Trigonometría, por poner un ejemplo, siempre serán las mismas en Murcia y en Aragón. El temario básico, para que nos entendamos, es el mismo. Y ello, queridísimos lectores, es garantía de igualdad. Luego no hay una "perversión" de tal principio, tal y como reza el editorial de ABC. La prueba de Selectividad cumple, a priori, con las garantías de validez y fiabilidad. Dos requisitos imprescindibles para que un examen goce de legitimidad.

Una prueba común, tal y como claman las derechas – el Pepé y Ciudadanos – supondría, y cito textual las palabras de Celá: "un empobrecimiento del currículo". Y lo supondría, claro que sí, porque atentaría contra nuestro modelo geopolítico de Estado. Gracias a las transferencias educativas, España cuenta con un modelo educativo troncal y diverso. Troncal porque existe un tronco común – una Ley Orgánica y un Real Decreto – que vertebra la uniformidad territorial de la política educativa. Y diverso porque la normativa autonómica complementa el marco legislativo estatal. Un complemento que sirve para enriquecer la educación con las peculiaridades del entorno socio cultural de cada comunidad. La propuesta legislativa, más que corregir el sesgo de la igualdad – que no existe como tal – supondría una involución en materia territorial. Detrás de esta propuesta, queridísimos lectores, se esconde una supuesta intención de las derechas para escorar al PSOE en el puerto del independentismo. Todo un reduccionismo barato que va más allá de la mayor o menor dificultad del examen de Selectividad.

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2 COMENTARIOS

  1. Un acertado análisis …

    Saludos
    Mark de Zabaleta

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  2. Carmen

     /  9 junio, 2019

    Esta claro que quieren ir para atrás, hay que rebelarse, es muy peligroso.
    Un abrazo

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  • SOBRE EL AUTOR

  • Abel Ros (Callosa de Segura, Alicante. 1974). Profesor de Filosofía. Sociólogo y politólogo. Dos libros publicados: «Desde la Crítica» y «El Pensamiento Atrapado». [email protected]

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