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Cebos mediáticos

Lo que más me molesta de Podemos – decía el otro día Gregorio – es su afán de protagonismo. Primero fue el regalo a S.M. de la serie "Juego de tronos". Segundo, "la teta de Bescansa" amamantando a su criatura en las filas del hemiciclo. Tercero, el beso de Pablo a Xavier Domènech. Y ahora, para más inri, el programa electoral en formato de catálogo Ikea. Lo más gracioso de todo esto, queridísimos lectores, es que los medios muerden el cebo de Podemos. Lo muerden, como les digo, porque otorgan prioridad al contexto por encima de los hechos. Un contexto de tintes amarillos y maquiavélicos, cuya única pretensión es hacerse notar en la parrilla televisiva. Así las cosas, un día sí y otro también, Podemos se convierte en noticia por salirse del guión acostumbrado. Una estrategia magnífica para mantenerse visible, sin necesidad de esperar momentos oficiales de protagonismo legítimo.

Como recordarán, el gesto de Bescansa eclipsó el debut de Patxi López como Presidente del Congreso. La imagen de la diputada con su bebé en el graderío consiguió el efecto pretendido. Al otro día, todo dios comentaba la jugada como si se tratara de una final de copa o algo parecido. La noticia fue precisamente el contexto. No todos los días – en palabras de Gregorio – una diputada amamanta a su hijo en los escaños del Congreso y, sobre todo, ante la solemnidad del día – el inicio de la legislatura-. ¿Es lícito el hecho?, claro que sí, ¡faltaría más! Carolina tenía – y tiene – todo el derecho del mundo a elegir el lugar que se le antoje para alimentar a su criatura. Ahora bien, la extraordinariedad del hecho – calculado y premeditado – hizo que la presunta noticia del día – la composición de la cámara – quedase en segundo plano. Se habló más de lactancia, guarderías y conciliación familiar; que del discurso solemne de López y del "nuevo tiempo" anunciado por Felipe.

El beso de Pablo y Xavier también se hizo viral. El beso – según Iglesias, improvisado – dio la vuelta al mundo, incendió las redes sociales y apagó – como no podía ser de otra manera – el debate de investidura. Una vez más, la parrilla mediática de este país y latinoamericana mordió el cebo del morado; algo que no hicieron los rotatorios europeos. No todos los días – me repetía Gregorio – dos diputados se besan en el seno del Congreso. Por ello, por la extraordinariedad del hecho – sea intencionado, o no – se convirtió en noticia. Así las cosas, se habló más de besos y libertades que de Pedro Sánchez, el protagonista del día. El beso se utilizó como metáfora de "pactos y conciliación" en contraste con el intento fallido del delfín socialista. ¡Medalla para Pablo!

El último cebo de Podemos: su programa electoral en formato de catálogo Ikea. Un "catálogo" colorido que rompe con la prosa formal de los programas tradicionales. Una vez más, el gesto del morado eclipsó el inicio de campaña. Al otro día se habló más de muebles y "repúblicas independientes" que de proyectos electorales y cosas importantes.Y todo porque, una vez más, cientos de medios mordieron el anzuelo del morado. Con estos mimbres se corre el riesgo que los demás partidos copien la estrategia de Podemos. De ocurrir la profecía, no sería extraño que viéramos a Rajoy haciendo el pino en la tribuna del Congreso, Sánchez mostrando un tatuaje del Che mientras dialoga con Iglesias, y Albert vestido de naranjito por las calles de Venezuela.

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  • SOBRE EL AUTOR

  • Abel Ros (Callosa de Segura, Alicante. 1974). Profesor de Filosofía. Sociólogo y politólogo. Dos libros publicados: «Desde la Crítica» y «El Pensamiento Atrapado». [email protected]

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