Según reza el titular de un periódico obsoleto, dentro de los próximos años: "la balanza demográfica pesará más del lado de los viejos". Habrá, por tanto, muy pocos jóvenes para pagar las pensiones de los mayores, la inmensa mayoría. No olvidemos que la Seguridad Social se basa en un sistema de reparto, o dicho de otra manera, el activo actual "paga" la prestación del jubilado presente. Ello, el sistema de reparto, pone en jaque la sostenibilidad del sistema de cara a los próximos años. Aunque Zapatero subiera la edad de jubilación a los 67 años y abriera, por tanto, el melón de la discordia. Lo cierto y verdad; es que tal solución no será condición suficiente para corregir el desequilibrio aritmético y, por tanto, salvar los muebles de la quema.
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