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El periplo de Botella

Con el editorial "Una administradora eficaz", la pluma de Marhuenda no tiene reparos en elogiar a la discípula de Gallardón. "Quien suceda a Ana Botella recibirá una ciudad solvente, con la deuda generada durante el último periodo de expansión completamente saneada, unos presupuestos con superávit, las menores tasas impositivas de entre las grandes capitales del país y con una Administración municipal eficaz y equilibrada". Tales elogios, provenientes de La Razón, contrastan con las últimas encuestas publicadas por El País. Según tales sondeos, el Pepé perdería la mayoría absoluta, tanto en la Comunidad de Madrid como en el Ayuntamiento de la capital, en las próximas elecciones autonómicas y locales. Son, precisamente, estos pronósticos y no los balances de Marhuenda, los que han hecho que Ana Botella "de por cerrada una etapa muy importante de su vida". 

Aparte de los elogios vertidos por el director de La Razón, el periplo de Botella ha estado marcado por la pésima gestión en las tareas de comunicación y negociación política. En primer lugar, la mujer de Aznar no estuvo a la altura en la tragedia del Madrid Arena. No lo estuvo, les decía, porque se mantuvo en las burbujas del spa, mientras cinco adolescentes morían aplastadas en la macrofiesta de su ciudad. En segundo lugar, la señora Botella hizo el ridículo internacional con su pésimo dominio del “inglés” en la ceremonia de la candidatura olímpica de Madrid, celebrado en Argentina.  El "relaxing cup of café con leche" ocupó, para espanto de muchos, la séptima posición de las meteduras de pata cometidas por los políticos durante el 2013; ranking publicado por la prestigiosa revista Time. En tercer lugar, Botella no demostró talante negociador en la pasada huelga de basuras. Durante trece días, la capital de España fue portada de los principales rotatorios nacionales e internacionales por la imagen dantesca de sus calles. Calles inundadas de bolsas de basura, peatones con mascarillas y ratas de alcantarilla en búsqueda de comida. Durante trece días, Madrid se convirtió en un mal ejemplo para la atracción turística y el tejido comercial. En cuarto lugar, la deplorable situación del arbolado municipal. En tres meses, dos personas han fallecido aplastadas por sendas caídas de ramas de árboles. Son, precisamente, estas cuatro razones, entre otras, las que explican por qué la "administración eficaz", defendida por Marhuenda, no ha sido aplaudida por las voces demoscópicas.

Así las cosas, ya suenan las campanas sobre quién sucederá a la mujer de Aznar en la pugna por la capital. Aguirre, Cifuentes y Sáenz de Santamaría son las apuestas más sonadas en las quinielas mediáticas. Recuerden que el Pepé no celebra primarias para la elección de sus candidatos. El "dedazo" de Rajoy será quién decidirá cuál será "la cabeza de cartel" para la alcaldía de Madrid y, tratándose de Mariano, la decisión probablemente se demorará hasta la víspera electoral. Esperanza Aguirre goza de un gran gancho mediático y, sobre todo, con una dilatada experiencia al frente de la Comunidad. Ahora bien, su enemistad con Rajoy y el incidente judicial por escapar de la policía municipal la dejan tocada, aunque no hundida, en su lucha por el cetro. Cifuentes, a pesar de su negativa manifiesta a la sucesión de Botella, cuenta con el apoyo de Dolores de Cospedal y no resulta incómoda para Rajoy. Y, por último, Sáenz de Santamaría. La vicepresidenta tendría el apoyo de su jefe y de buena parte de los "peces gordos" del partido. Ahora bien, su candidatura abriría una crisis en el equipo de gobierno a pocos meses de las elecciones generales. Así las cosas, de las tres hipotéticas candidatas – Aguirre, Cifuentes y Santamaría -, Cristina es, sin duda alguna, la que más papeletas tiene para conquistar el "dedazo" de Rajoy.

Ana Botella es, en palabras del director de La Razón, "una mujer inteligente, en nada afecta al populismo y que, desde un convencimiento liberal, ha tenido como principal mira política hacer de Madrid un lugar atractiva para la iniciativa empresarial y el impulso económico". No olvidemos, que antes de las elecciones europeas, la mujer de Aznar no descartaba su candidatura a la alcaldía de la capital. No lo descartaba, les decía, porque entre sus promesas electoralistas estaba la rebaja del Impuesto de Bienes Inmuebles y la supresión de la tasa de basuras para el año 2015; medidas "populistas", en el más amplio sentido del término, que cuestionan las líneas vertidas por Marhuenda. La irrupción de Podemos en la palestra electoral y la caída libre de Botella en las encuestas son, a juicio de la crítica, las principales razones que se esconden detrás de su caída. Sin Podemos por en medio y con las encuestas a su favor, otro gallo cantaría en los corrales de Botella. Ahora bien, si se aprobara la ley de "regeneracionismo democrático", propuesta por Rajoy, la lista más votada sería la que obtendría el cetro de las alcaldías; luego no tendría sentido la decisión de Ana Botella, porque aunque no obtuviera la mayoría absoluta nadie le movería la silla.

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1 COMENTARIO

  1. Ciertamente el caso Botella es «blanco y en botella»…..

    Saludos

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  • SOBRE EL AUTOR

  • Abel Ros (Callosa de Segura, Alicante. 1974). Profesor de Filosofía. Sociólogo y politólogo. Dos libros publicados: «Desde la Crítica» y «El Pensamiento Atrapado». [email protected]

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