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Regates fiscales

Hoy, sin duda alguna, Messi ha hecho bueno al peor de los Bárcenas. Con cuatro millones de euros, supuestamente, sacados por la puerta de atrás – como diría mi abuelo -, la estrella de Pep – Leo – se convierte en el estrellado del Barça. Son precisamente, estos estallidos esporádicos de la burbuja futbolera, los que invitan a la Crítica a mirar con lupa, los goles que se marcan a la Hacienda de Montoro. Mientras usted y yo hacemos malabarismos, con el borrador de la Renta, para ahorrarnos unos cuantos euros en nuestra Declaración anual, otros – los espabilados, o sea los ricos – tejen con sus asesores, los hilos necesarios para que sus grandes fortunas pasen invisibles por los pasillos del Fisco.

Esta mañana, para no ir más lejos, escuchando la tertulia radiofónica de una casa "moderada",  he cambiado de emisora ante la lluvia de retórica barata lanzada por la boca de algunos. Mientras hace escasas semanas, el contertulio de turno solicitaba a bombo y platillo la cabeza del Duque por lo que usted y yo sabemos. Hoy, este mismo individuo, apelaba a la "presunción de inocencia" por el fraude de Leo. Decía este espadachín de la palabra que: "ha sido el Real Madrid quien ha sacado a la palestra este desaguisado para hundir al Barça en la más auténtica miseria". "Los madridistas – decía – nunca han soportado que el genio del regate sea el buque insignia de Camp Nou embravecido". "Desde hoy – concluía – la marca Barça llevará durante mucho tiempo el San Benito colgando de una falta merecida".

Desde Lola Flores, pasando por Arantxa y terminando por Torroja; han sido muchos – los famosos –  que han jugado al gato y a ratón por los recovecos de Hacienda. La búsqueda de paraísos occidentales para esquivar las obligaciones fiscales, ha marcado el devenir de una España ineficaz en su lucha contra el fraude. En lo que llevamos de año, la factura del dinero evaporado podría servir, entre otros menesteres, para evitar algún que otro recorte en las economías asfixiadas. Si sumamos: los trapicheos de la trama Gürtel,  los fajos de billetes ocultos en los furgones de Gao Ping, las cuentas suizas de Bárcenas y los ERE andaluces… nos daremos cuenta que: al final los honrados – o sea, usted y yo -, somos los raros en esta jaula de grillos. Con estos mimbres, el caso Messi se convierte en un titular pasajero en las cabeceras de la mañana.

Probablemente, Leo, no conociese los pasadizos y túneles, por los que, supuestamente, pasaban los fajos provenientes de sus derechos de imagen. Leo, sabrá mucho de regates, saques y chutes pero, tengo mis serias dudas, en que haya sido él, el artífice de mover cuatro millones de euros por detrás del vigilante. Para marcar este gol por  las escuadras de Hacienda – decía esta mañana, un experto en economía – se necesita disponer de una estructura organizativa a nivel internacional. Una estructura – en palabras del teórico –  basada en organigramas laberínticos y en complejas redes logísticas. Sin tales ingredientes es muy difícil que los regates de Messi pasen desapercibidos por los ojos de Hacienda.

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1 COMENTARIO

  1. Jacinto Martin-Prat Valls

     /  21 junio, 2013

    ¡¡Hombre mezclarle con Bárcenas,me parece demasiado insultante!! Uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos,un hombre sencillo,sin alaracas que sí,ha defraudado muchiiiisimo dinero,pero Bárcenas le gana por goleada y eso es difícil a Messi.Un tesorero de un partido que tendría que ser mas honrado que mi madre,resulta que se ha llevado – hasta ahora – 38.000.000 de euros…- ¡¡¡No es lo mismo ni mucho menos!!! Y no defiendo a ningún defraudador,Pero comparar a un defraudador con un mafioso…creo que no.

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  • SOBRE EL AUTOR

  • Abel Ros (Callosa de Segura, Alicante. 1974). Profesor de Filosofía. Sociólogo y politólogo. Dos libros publicados: «Desde la Crítica» y «El Pensamiento Atrapado». [email protected]

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