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El cuarto bastón

Decía Jurgen Habermas que la distorsión de la comunicación impedía a la sociedad romper los barrotes de  la dominación. El control del discurso por parte de las élites corporativas era, según él,  el mecanismo necesario para legitimar los estratos de la desigualdad. A través de los medios, decía el pensador,  las infraestructuras  hallaban en la tribuna el medio para fabricar el producto al gusto de su patrón. El argumento de autoridad encorsetado desde arriba era el veneno necesario para mantener los engranajes de una maquinaria llamada capitalismo. En días como hoy, la teoría de la comunicación de los críticos de Frankfurt sigue vigente en la crisis periodística del presente.

El tecnocapitalismo, en palabras de Kellner, ha monopolizado el discurso comunicativo en detrimento de la pluralidad informativa. La ley del más fuerte abanderada por Thomas Hobbes manifiesta en estos paraísos su mejor ilustración. El control de los medios por parte de los gigantes ha dejado huérfana de perspectiva a una democracia desequilibrada entre las líneas editorialistas de la izquierda y la derecha. Hoy en día, la ideología progresista ha ido perdiendo su voz en el monopolio periodístico de la caverna. Las grandes fachadas  han ido comiendo el poco pastel que le quedaba al discurso rojo del ayer. Con las persianas bajadas de Público, la Voz de Asturias y CNN+ es momento de buscar nuevos canales para resucitar a la verdad de la unilateralidad del discurso presente.

Es precisamente este riesgo de defunción de la libertad de prensa el que invita a retomar las teorías de Habermas. La democracia sin la riqueza de perspectivas es sinónimo una estética  vacía de contenidos. La distorsión comunicativa es la característica principal de las falsas democracias. En la tierra de Hugo Chávez las urnas solamente son un chiringuito más para maquillar la línea unilateral del discurso dictatorial. En España. Por desgracia, poco a poco y sin darnos cuenta,  estamos más cerca del control que de la iniciativa. Los ERES en el diario el País y el Mundo, los grandes gigantes del papel mojado, son, en palabras de una manifestante en Almería, "los últimos tripulantes de un barco a la deriva llamado libertad".

Desde el Rincón de la Crítica aprovechamos el Día Mundial de la Libertad de Prensa para reflexionar sobre los principales factores que han deteriorado la pluralidad periodística de este país. La falta de patrocinadores como consecuencia de las circunstancias económicas del momento y el "overbooking informativo" por el colapso de noticias repetidas en la red, en palabras de Saramago,  han contribuido, sin duda alguna, a este coma profundo que presenta el panorama periodístico actual. La crítica en forma de columnas, entrevistas y artículos de opinión debería ser parte del camino para reinventar y salvar el cuarto bastón de cualquier democracia. Mientras no lo consigamos, millones de lectores seguirán desmotivados ante la falta de ensayo y reflexión en un negocio más preocupado por llegar  a la meta con el dorsal del titular que en analizar la realidad del presente desde la crítica libre, plural e independiente. La elección del director de RTVE desde el hemiciclo de los leones es una prueba más del interés de las élites para que no exista aquello que en las falsas democracias, algunos llaman libertad. 

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3 COMENTARIOS

  1. Cristina

     /  5 mayo, 2012

    Sobre la libertad de Prensa en Venezuela siento decirle que está vd. tan manipulado por «el pensamiento único» como aquellos a quienes critica…El 80% de los medios de comunicación en Venezuela están en manos de la oposición, y no de una oposición cualquiera. Allí insultan,injurian,calumnian y amenazan al Presidente, llaman al golpe de Estado y hacen parecer a los de Intereconomía unos rojos peligrosos (acabo de volver de Caracas).
    Le recomiendo el artículo de Vicenç Navarro sobre Venezuela y los Medios publicado en su página web.
    La campaña mediática de «demonización» de Chávez veo que ha calado bien a fondo incluso entre los que se creen a salvo ¡una pena!
    Un saludo
    Cristina Soler Crespo
    Valencia

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  2. Abel Ros

     /  5 mayo, 2012

    Estimada Cristina.
    Le invito, con todos mis respetos, a que lea todos los comentarios realizados en el artículo de Vicenç Navarro por miembros de Amnistía Internacional y Reporteros Sin Fronteras. Podrá observar, como en ocasiones, el «argumento de autoridad» o «fe de verdad» que le otorgamos a las credenciales de un escritor, impide ver la autocrítica y falacias que esconden sus interlineados.
    Le recomiendo, asímismo, a que lea esta relación de noticias-denuncia, recogidas por Reporteros Sin Fronteras en su página para que reflexione sobre la supuesta «libertad de prensa venezolana» defendida por el maestro Vicenç. http://www.rsf-es.org/noticias/america/venezuela/
    También le sugiero a que lea el artículo de Milagros Socorro, columnista venezolana de El Nacional de Caracas y directora de Códigovenezuela.com http://www.codigovenezuela.com/2012/03/opinion/milagros-socorro/pulverizar-matrices para que lo contraste con las cifras, sin prueba mediante, emitidas por el señor Vicenç en su artículo.
    Reciba un cordial saludo
    Atte. Abel Ros

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  • SOBRE EL AUTOR

  • Abel Ros (Callosa de Segura, Alicante. 1974). Profesor de Filosofía. Sociólogo y politólogo. Dos libros publicados: «Desde la Crítica» y «El Pensamiento Atrapado». [email protected]

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