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Los parados de Rosell

La sociedad ha caído en el abismo del hastío y en la pérdida paulatina de su fuerza de voluntad. Los golpes paulatinos del desempleo han cambiado los gestos civiles del ayer por las navidades tristes de hoy. Con cinco millones de parados en las tablas de la EPA es momento de dilucidar dónde está el embudo que impide equilibrar los deseos de trabajar con las decisiones de contratar.

La España de las grúas y los préstamos baratos fueron parte causante del cuello de botella del presente. El pensamiento a corto plazo de los cuellos azules de la burbuja impidió ver la luz en el sueño profundo de su ficción. Hoy la muerte del ladrillo es llorada por el duelo nostálgico de los arrepentidos. La cultura reciente del tanto tienes tanto vales desprestigió los valores de la educación laboral como la mejor inversión de todo país para construir los cimientos de sus estructuras económicas. Hoy somos el producto de nuestras decisiones. El cambio en los esquemas mentales necesitará años para eliminar nuestros surcos del pasado y emprender la salida desde la puerta de los valores.

El pensamiento lateral será la fórmula para que los cinco millones de parados encuentren otro lugar en las arduas paredes de la competitividad. La base de la pirámide de Maslow, o dicho de otro modo, la necesidad civil por sobrevivir no debería ser la oportunidad de los mercados para minimizar sus costes de producción. En respuesta a las declaraciones de Rosell, es indigno y objeto de dimisión, sugerir los "minijobs" como favor a los cuellos azules de la desesperación.
Su argumentación basada en la cultura empresarial de "más vale poco que nada", es desmentida por la ciencia psicológica. Ya lo dijo el discípulo de Platón, en el punto medio está la virtud. Pasar de mileurista a cobrar 400 euros, o dicho en otros términos, desmantelar el Salario Mínimo Interprofesional y toda la estructural sectorial de los convenios, es atentar contra los derechos de todo trabajador que ante una situación de necesidad no le queda más remedio que "tragar".

Este abuso de la situación, vendido por la patronal como la panacea para salir de la crisis, pone en evidencia la cultura esclavista de los tiempos atrás donde el obrero "comía de la mano de su patrón" con la única condición del oír, ver y callar. Desde la crítica de la izquierda debemos salir a la calle como hicieron nuestros abuelos y solicitar a gritos de pancarta un basta ya a estas continuas provocaciones basadas en la insensatez. Es hora de decirle al señor Rosell que otra manera de aumentar la producción y contentar a los suyos es sugiriéndoles que bajen considerablemente sus márgenes de beneficio y dejen, por favor de jugar con los derechos de la mayoría.

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4 COMENTARIOS

  1. rosa

     /  15 diciembre, 2011

    Yo no creo que las decisiones las hayamos tomado los españoles,francamente…qué mas quisiéramos.En lo que si estoy totalmente de acuerdo es en que se están vulnerando todos los derechos de los ciudadanos. Pero tampoco creo que salir a la calle nos vaya a servir de mucho…yo haría otra propuesta :dado que,fundamentalmente,los que están estrangulando la economía ,y con ello el mercado de trabajo,son los bancos…retiremos nuestro dinero de ellos, de forma masiva,a ver qué pasa!!…Me dirán que éso no es posible porque las nóminas se cobran en cuenta bancaria y en ella tenemos domiciliados la hipoteca,los recibos de la luz,el agua,el teléfono, etc…Bien, pues cuando cobremos todos los meses, dejemos en la cuenta lo justo para que se paguen esos recibos y saquemos el resto aunque sea para guardarlo en un calcetín…Cundiría el pánico en los bancos y volverían a dar créditos que ayudarían a rescatar la economía??… Nunca lo sabremos si no lo hacemos…Yo estoy dispuesta,tal vez se podrían usar las redes sociales para lanzar el mensaje…Y si tenemos éxito??.

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  2. Realmente es muy pobre como solución política pretender semejante remedio. ¿No hay verdaderos economistas para presentar las soluciones reales que existen? Se trata de reactivar el Flujo Circular de la Renta, facilitar el Consumo que permita Producir y generar esas Rentas…y es perfectamente factible!

    Mark de Zabaleta

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  3. Hay un factor más de los ya comentados que vale la pena tener en cuenta. No sólamente son los millones de parados sino la amenaza de precarización que se cierne sobre el resto y no sólo en el tema de los minijobs. La técnica de igualar por abajo es algo que tradicionalmente la derecha le escupia en la cara a la izquierda y ahora resulta que se ha incorporado al patrimonio ideológico del neoliberalismo.

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  4. conchitalloria

     /  17 diciembre, 2011

    Sigo diciendo que hemos vivido en un espejismo. Lo que no tenía valor se revalorizo. Pisos comprados por un millón de pesetas pasaron a valer 20 millones, tierra que no tenían valor pagaron por ellas verdadera millonadas para hacer autopistas, Ave, aeropuerto tejiendo una verdadera telaraña de infraestructuras para que viajasen las mercancías.

    El dinero de los españoles se utiliza al servicio de las empresas que después defraudan, se llevan el dinero a paraíso fiscales y que despiden trabajadores, teniendo que el estado pagar a desempleados y dificultando el mantenimiento de la seguridad social, pensiones y estado de bienestar. ¿Necesitamos economistas para semejante desastre?. Es lo de siempre, y le llamemos como queramos llamarle, los ricos son ricos porque roban a los ciudadanos y los ciudadanos son pobres porque los ricos se quedan con sus derechos y su trabajo,.

    Esto se puede admitir cuando vivimos apuntándonos a la cabeza con un fusil si nos movemos o protestamos, pero que este robo a mano armada por los mercados que todos sabemos quienes son, se realice en democracia y diciendo que la soberanía reside en el pueblo, es de todas luces incomprensible que las fuerzas del estado no encarcelen a los causantes de semejante tropelía. Y después de subirse ellos los sueldos, revalorizar lo que no tenia valor, subir los precios de las mercancías, ahora de regalo a ese pueblo trabajador, le bajan los sueldos.

    Mi recomendación es retirarles el dinero de los bancos, perder los míseros intereses que dan por tener el dinero allí, y dejar de consumir..Ellos tienen poder, pero nosotros también. Dejamos nuestra vida y seguridad en manos de ladrones.

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  • SOBRE EL AUTOR

  • Abel Ros (Callosa de Segura, Alicante. 1974). Profesor de Filosofía. Sociólogo y politólogo. Dos libros publicados: «Desde la Crítica» y «El Pensamiento Atrapado». [email protected]

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