El vuelvo bajo de las gaviotas ha conseguido saborear la carne trémula del desgaste político de la rosa. El giro a la derecha del líder de la izquierda no ha recibido el indulto de un pueblo llano indignado. Después de una campaña huérfana de programas y rica en reproches y descalificaciones, las élites azules de la derecha han conseguido el poder territorial de una izquierda desencantada.
Mientras la calle Génova se inundaba del fino aroma de la victoria en Ferraz se fraguaba las "caras largas" de una derrota anunciada. La mano invisible de los mercados ha evaporado los cimientos ideológicos de un partido en pro de un neoliberalismo exacerbado.
La dicotomía entre el mantenimiento de los principios ideoólogicos de un político de principios, y la espada afilada de una Europa sin escrúpulos ideológicos, puso en mayo pasado la fecha de vencimiento al ciclo histórico de Zapatero. La debacle de las filas socialistas ha dibujado un nuevo escenario político más plural con la subida de UPyD e IU en detrimento del bipartidismo anglosajón incrustrado en los últimos años. La pluralidad en la balanza progresista ha fortalecido el discurso democrático en correlación con una nueva izquierda fragmentada en matices y sujeta a la "llave" de los recién llegados.
La llegada de Bildu al segundo peldaño del pódium vasco; así como la caída del PSC por las siglas de CiU ha puesto el punto sobre las íes en debate y la idiosincrasia nacionalista del norte.
La España azul, como así ha sido llamada por medios afines a la derecha, abre un periodo de autocrítica en las filas socialistas. Ahora con "el partido de los trajes y las corbatas" liderando el poder territorial, se abre un probable cambio del discurso económico en el monólogo diacrónico del aspirante gallego.
Mientras la madera carcomada del banquillo judical espera la presencia irremediable de Camps y los suyos, el pueblo soberano clama a vítores a su líderes imputados.
Con la confianza depositada en las élites de la derecha y las aguas pasadas del "zapaterismo enlosado", milllones de parados esperan entusiasmados que las próximas cifras de la EPA desciendan de forma "súbita", ante la llegada de las "gaviotas".
conchitalloria
/ 23 mayo, 2011La pluralidad en las filas progresistas, dices. La razón de la derrota, amen de la crisis y del coste social que eso supuso.
La derecha no tiene pluralidad. Y el caso de Cascos, fenomeno mediatico a estudiar, como ha podido en pocos meses organizar un partido, obtener el dinero y darle confinza al electorado, al final servira para que veamos como la derecha y la ultraderecha se unen sin escrupulos, aun cuando se fueron del partido y se convirtieron en oposiciçon, digo se unen para onseguir gobernar.
¨se imaginan a Rosa Diaz, salida del psoe, pactar con el para gobernar+.
La izquierda desunida, no puede tener verdaderas politicas sociales.