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Réquiem por el 15-M

El silencio de las plazas perpetúa su letargo en el segundo aniversario de los indignados hesselianos. Los movimientos sociales – en palabras de Offe – nacen como respuesta a las crisis de "gobernabilidad" que se producen en los escenarios democráticos. Dice este sociólogo de los paraninfos alemanes que el fin último de tales movimientos reside en la activación o politización de la sociedad civil. Existen, siguiendo los postulados de Claus, tres aspectos que favorecen la movilización: ensanchamiento, profundización e irreversibilidad. El primero versa sobre: la generalización de las consecuencias negativas de las formas establecidas de: racionalidad económica y política de una clase social determinada, al resto de la sociedad. El segundo, alude al exceso de control, por parte de las élites,  de las esferas laborales y privadas para evitar los comportamientos imprevisibles, regulares y desviados de los pueblos. Finalmente por irreversibilidad, entiende el teórico de la movilización, a la incapacidad estructural de las instituciones políticas y económicas para percibir y actuar eficazmente ante las privaciones, riesgos y amenazas globales. Estos ingredientes, cocinados a fuego lento en los fogones del descontento social, estallan en los asfaltos de la calle cuando dice: "basta", la olla a presión que los detiene.

La extrapolación teórica de Offe a la evidencia empírica del 15-M pone de manifiesto la correlación existente entre los tres aspectos aludidos y el éxito histórico de su estruendo. La Primavera Árabe del ayer y la política de recortes comenzada en tiempos de ZP, sirvieron de "supuestos perturbadores" para que la llama de la indignación se propagase por los tentáculos de Madrid. Fue precisamente, la canalización de la frustración social a través de la protesta callejera, la que magnificó el efecto llamada de un movimiento caracterizado por la ambigüedad de sus mensajes y la imprecisión de sus fines.

La desideologización de la izquierda, la caída del ladrillo y el cierre de los grifos financieros activaron el ensanchamiento de conflictos dispersos  hacia una protesta generalizada de millones de españoles. Una protesta, decía, distinguida por una masa heterogénea de mareas turbulentas contra un barco a la derivada en los fondos democráticos. La politización mediática desembocó en un exceso de control de las esferas privadas y laborales por parte de las élites. La profundización – aludida en el párrafo de arriba – sirvió a la génesis de Hessel para articular un discurso de denuncia social contra la involución de las audiencias. El desmantelamiento del Bienestar por parte del globalismo presente, sirvió a los "camorristas y pendencieros" de Aguirre para revelarse contra la irreversibilidad defendida por Offe en la articulación de su teoría.

A día de hoy – le decía el gato al perro – los "descamisados de Dragó" han cambiado las portadas de Marhuenda por los zócalos de Cebrián. El "circo del Sol", tal y como caricaturizó Sánchez a los indignados madrileños, ha sustituido el rugido de sus leones por el silencio de los reptiles. La inconcreción de sus propuestas, o dicho de otro modo, la amalgama de eslóganes desprovistos de cohesión y la apolitización de sus fines han contribuido  para que el Segundo Aniversario del 15-M sea el reflejo de un movimiento fracasado a las puertas del olvido. Los "parias, farsantes, fascistas y malnacidos"  – insultos de Macián, concejal del PP, a los indignados de Sampedro- han reflejado en los lagos democráticos la intolerancia de la Derecha hacia el ejercicio de un derecho reconocido en los postulados de la Suprema. Un derecho de manifestación cuestionado por Cifuentes para evitar que la visibilidad del descontento civil manche la legitimidad de los escaños elegidos. Los mismos escaños que durante cuarenta años permanecieron callados por el miedo a que Francisco reprimiese con su ejército a los "pendencieros" hesselianos.

Desde la Crítica debemos reflexionar sobre los porqués que han desinflado el grito desgarrado del pueblo desencantado. El mismo pueblo enfurecido, compuesto por jóvenes y no tan jóvenes, que consiguió despertar de su letargo a la intelectualidad oculta en las trincheras de la lógica. Hoy aquel estruendo global de las acampadas de Madrid ya no ha sido portada en el New York Times. El interés individual del marco neoliberal ha vuelto a ganar la batalla a las corrientes cívicas de ayer. La ambigüedad denunciada en los párrafos de atrás, los fines apolíticos de su discurso y la descomposición de sus redes en microgrupos más concretos y mejor organizados han sido, entre otros, los factores determinantes de la caída del gigante. En las perpendiculares de la Plaza Sol, entre mendigos y prostitutas, cuelgan los carteles amarillos con los eslóganes del ayer. Al fondo, entre Juan e Inés, vemos al gato de Lavapiés espantar de su tejado a los "perroflautas" de Aranjuez. Los mismos que hoy, dos años después, son etiquetados de fascistas por la derecha de Rajoy.

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5 COMENTARIOS

  1. Pablo

     /  15 mayo, 2013

    ¿Ambigüedad de mensajes? ¿Inconcreción de sus fines? . Demasiad culteranismo parece observarse en este artículo, ¡Ay si Quevedo levantara la cabeza ! Creo que se re indignaría por la frivolidad de quienes pretenden definir un fenómeno de calado tan profundo como el 15M.

    Tratar de encasillar al fenómeno 15M no deja de dar fe de una forma de pensar caduca y dualista, que al contrario que el espíritu que lo hizo nacer, está sentenciada a morir y a retorcerse como pez fuera del agua ante los acontecimientos que aún están por producirse.

    El fenómeno o el espíritu del 15M, que de una forma u otra no es sino la manifestación palmaria de que existe una verdadera conciencia global y filantrópia en el Ser Humano y que como en todas las épocas de grandes cambios, muchos contemporáneos que se dicen preparados, sabios, eruditos o más o menos instruidos,son incapaces de aprehender y de apreciar en todo su esplendor

    Al menos el artículo podría haber tenido el cortés rigor de esperar a que se cumpliera los dos años exactos.

    No deja de ser triste, aunque entiendo que necesario y parte del orden cósmico, que aún existan congéneres que no saben ver más allá de su parcelario y mediatizado mundo, ni comprender qué significa realmente el fenómeno del 15M y cuál ha sido su verdadera evolución y sus victorias y derrotas, que por supuesto también las ha tenido, y de qué forma ha influido y está influyendo en la sociedad,hecho que se trasluce a poco que uno esté sensible a ello, incluso en el propio lenguaje y maneras de los políticos que utilizan consignas de este de manera subrepticia o inconsciente para parecer más afines al pueblo que dicen representar.

    Creo que el artículo en cierto modo mezcla apartidismo con apolítico, dado que el 15M desde el principio tiene unas premisas claras, por mucho que su componente humano e ideológico sea diverso y parezca rozar la contradicción o el extremismo. El 15M representa un No mayúsculo a un orden de cosas que ha tocado a su fin, y no es tarea sólo del 15M, al contrario de los partidos, el encontrar opuestos a su No con mayúsculas, sino de concienciar al resto del por qué de ese No.

    En cualquier caso hay ocho puntos clave que no han variado desde que surgió el fenómeno y que con más o menos variantes todo el mundo está de acuerdo. No es menester que me extienda en ellos, están visibles para todo aquel que posea internet, se haya preocupado un mínimo por el fenómeno, o de verdad desee informarse.

    Y si no es fácil de encasillar el fenómeno de la forma que estamos acostumbrados es precisamente porque contiene la cualidad del agua, que en última instancia, aunque pueda tener más o menos color, es pura, cristalina y no se contamina, y si lo hace, termina por disolver el factor contaminante. Y la mayor cualidad del agua es precisamente que no se puede agarrar con nuestras manos acostumbradas a tomarle la medida de nuestra lupa a todas las cosas.

    Sólo personas indignadas, o mejor dicho, dignadas, deseosas de terminar con la dualidad y con la eterna lucha de pares de opuestos, que hayan acudido a las asambleas, que hayan estado a pie de calle, o que hayan visto y comprendido las divisiones que también las tiene, el propio 15M y su verdadera evolución, pueden permitirse el lujo y hasta cierto punto, de comprender su evolución y entender que, si bien la llama que alimenta el fuego de su espíritu, ha podido ladearse hacia según qué lado, el gas que la sostiene aún contiene la cualidad del agua y sigue puro y vigente como nunca en el corazón de los despiertos.

    Espero y deseo que a quienes tanto se les hace la boca agua, que no la mente, catalogando y encasillando un fenómeno que acaba de nacer (aunque a algunos parezca que ya haya cumplido su ciclo), y cuyo sentido profundo y causas, aún no estamos capacitados para comprender, manifiesten la misma entereza y asertividad para reconocer lo poco que sabían si es que algún día, con el correr del tiempo, que todo lo pone en su lugar histórico, llegan a comprender a fondo el espíritu y la amplitud del fenómeno.

    Larga vida al espíritu de la indignación y del 15M.

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  2. Ciertamente la falta de organización se ha complicado con los (muchos) intereses individuales…y ha quedado todo en una buena idea y poco más!

    Saludos
    Mark de Zabaleta

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  3. Pablo

     /  27 mayo, 2013

    Decir que ha quedado en una buena idea y poco más me parece más que reduccionista,

    Se observa que, además de seguir vivo (estadísticamente el el 85% de los indignados siguen en activo), y si bien las asambleas generales de los viernes en algunas ciudades pequeñas, se han suspendido, sus grupos de gestión están vigentes y trabajando, asi como los grupos de barrios funcionando, que era parte fundamenteal de lo que Ud. llama «idea», y que fue lo más complicado de «instaurar» y hacer calar en los comienzos.

    Por otro lado el 15M ha calado en el inconsciente colectivo de todos los países y en todos los estratos de la sociedad, comenzando por los mismos políticos. Ha impregnado desde los más jòvenes hasta los más adultos (yayoflautas) y ha marcado una estética y un modus operandi que empapa y aglutina a todas las mareas (marea verde de la enseñanza, blanca de sanidad, colectivos de perjudicados por las preferentes, etc,etc.). Si hubieran visto o se hubieran informado sobre el monográfico que la Cadena Ser realizó durante todo el 15 de Mayo pasado, entenderían lo corto y modesto que me quedo al respecto.

    No en balde cada uno percibe aquella parcela de realidad que más cuadra con su propia manera de entender el mundo y su entorno.

    Lo que ha hecho realmente el 15M ha sido «metastasizarse» de manera que ya forma parte indisoluble e imparable del curso de los acontecimientos de la historia que aún acaba de empezar y cuyo salto cualitativo estamos todos abocados, si vivimos lo suficiente para verlo, tampoco demasiado.

    El Hombre es un ser que aún no ha culminado su evolución, entendiendo por ésta un destino, una dirección hacia nuevas realidades a las cuáles estamos destinados desde nuestra creación. Es curioso observar cómo precisamente la parte ideológica más conservadora de nuestra sociedad, suele ser la que menos sabe relacionar progreso con trascendencia a pesar de su apego a la religión institucional, del mismo modo que la parte más progresista tampoco termina de entender que progreso social y designio divino, por fuerza deben ir estrechamente relacionados. ¿Dónde habría estado Cristo el 15 de Mayo del 2011 sino en una plaza?

    En fin, no quiero irme por los Cerros de Úbeda,

    A mí modo de ver, entiendo que estamos plenamente inmersos en una «esquina de la Historia» de la Humanidad, aunque lógicamente desconozco su desenlace final.

    Está claro que el mundo se ha desmoronado tal y cómo lo conocíamos y que para ello no es necesario ya que el 15M nos abra más los ojos. El que no ha visto ya es que no desea ver.

    Un cordial saludo.

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  4. Julián Serrano

     /  28 mayo, 2013

    El 15 M tiene tres caminos. O bien organizarse para liderar una rebelion social , u organizarse para formar un partido, que a diferencia del liderado en Italia con Beppe Grillo, aspire a tener voz con sus votos para imponer al sistema el desarme de todos los mecanismos que hacen que el sistema tenga de democracia solo el nombre. El tercero seria desaparecer y , con ello, llevarse la unúnica esperanza tangible de que algo cambie a corto plazo.

    Responder
  5. Pablo

     /  31 mayo, 2013

    Muy buenas, Julián. Un placer. el 15M es parte de un fenómeno de cambio en la conciencia del Hombre que se traduce de muchas formas, y una de ellas ha sido el 15M. En otras partes ha podido ser otro tipo de revoluciones, o amagos de cambio. Y digo amagos, porque a pesar de la intensidad y poderosa semilla de cambio que representa, ninguno estamos en disposición de afirmar en qué se ha convertido ni se convertirá su espíritu, ni en qué va a desembocar todo esto.

    Cada uno podemos hacer cábalas y conjeturas más o menos lógicas, pero que realmente sólo son la punta del iceberg de lo que quizás esté por acontecer, la sombras del famoso mito de la caverna.

    A mi modo de ver, sólo hay dos caminos:

    O el 15M forma parte de esa nueva sociedad que todas las culturas, incluyendo el Nuevo Testamento vaticinan para la Humanidad. Para los cristianos, podríamos llamar la venida del Espíritu Santo, para los gnósticos el despertar de la Conciencia Colectiva, para los Budistas la Iluminación Universal, y así sucesivamente… O simplemente estamos ante una chispa de divinidad que, al igual que las chispas históricas anteriores (Epoca de Buda, Cristo, Mahoma, etc), sólo prenderá en unos pocos que pasarán a ser los grandes incomprendidos de siempre, mientras el resto se dedicará a institucionalizar la Nueva Era, o Nueva Religión aplicando subrepticiamente una vuelta de tuerca a la Historia. Cambiando de collar al perro, pero siendo en esencia y sustancialmente la misma y loca Humanidad de siempre.

    En resumen, a mi modo de ver y sin desmerecer lo dicho por tí, Julián, simplemente observando la situación a más largo plazo y dentro de los ciclos históricos de la Humanidad, el 15M, sólo puede ser dos cosas:

    O el preludio de todo, o la consecución de nada. O existe una evolución del Ser Humano que aún está por completarse, o estamos simplemente estamos dando vueltas en el desierto.

    Hemos llegado a un punto, donde el término medio para nuestro Destino ya no tiene sentido.

    O realmente hay un Destino y pegamos el salto cuántico a una nueva manera de ver el mundo (ojos nuevos para un mundo nuevo), a todos los niveles (social, científico, religioso, etc.), o simplemente vivimos en una máyica ilusión donde estamos repitiendo las mismas pautas y comportamientos con otros nombres y otros escenarios.

    Saludos cordiales.

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  • SOBRE EL AUTOR

  • Abel Ros (Callosa de Segura, Alicante. 1974). Profesor de Filosofía. Sociólogo y politólogo. Dos libros publicados: «Desde la Crítica» y «El Pensamiento Atrapado». [email protected]

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