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Jueves Santo sin ateos

La manifestación ateísta prevista para hoy  por las calles de Madrid ha sido frustrada por el poder judicial amparándose en una interpretación pro católica de la Carta Magna.
La aconfesionalidad del Estado español y el derecho de reunión promulgados por la "utopía constitucional",  no han sido armas suficientes  para ganarle la batalla al solemne deambular de corte católico del "Jueves Santo".
El peso de las "sotanas" se ha hecho notar en las altas esferas judiciales y ha puesto en evidencia la incoherencia entre el discurso político del "Estado  Aconfesional" y la censura,  ejecutiva y judicial, de cualquier brote de manifestación en contra de la  ortodoxia católica.
La entrega de 6.000 millones de euros anuales por parte del gobierno a las arcas eclesiásitcas, pone en entre dicho la "imparcialidad y trato de neutralidad"  que la religión católica osteta en perspectiva comparada con otras prácticas credenciales.
Los casos de corrupción sobre pederastia, supuesta trama de niños robados en el franquismo,  etc…  reflejan la fragilidad institucional del poder histórico del catolicismo, que mediante el imperio de la  ley canóniga "quemó literalmente en hogueras de todo el país" a disidentes credenciales, por su rebelión valiente contra las imposiciones dogmáticas de la élite clerical.
La eliminación de la Inquisición, como institución represora y dictaorial de la libertad ideológia y de expresión,  aun no ha borrado la huella erosionada de la interpretación jurídica del derecho de reunión actual.
Los argumentos esgrimidos por el Tribunal de Madrid basándose en la "incoherencia estética" entre la ideología de los convocantes y el simbolismo religioso del escenario procesional, ponen en cuestión y reflexión crítica, la interpretación reduccionista y abstracta del derecho de reuníón.
Los fundamentos basados en "posibles alteraciones del orden público por grupos radicales" muestran la evidencia de argumentos prejuiciosos y marcados de "probables indicios discriminatorios" a aquellos que, cumpliendo los trámites formales dictados por la constitución, desean ejercer su derecho fundamental.
La coincidencia de una manifestación atea con un día tan religioso como "el jueves santo" debería servir como un gesto de puesta en escena de la "pluralidad ideológica y religiosa", también redactada en la Carta Magna pero, al mismo tiempo, tan ineficaz en la praxis normativa de este país.
La "censura del laicismo en pleno siglo XXI" nos recuerda a aquellos señores del XVI, precursores de la ciencia moderna, que por su  "crítica pública" de las teorías creacionistas de su tiempo;  recibieron a cambio el calor de las llamas,  como castigo por su intromisión en los discursos escolásticos en  una sociedad sometida al imperio de la fe.

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5 COMENTARIOS

  1. Lo peor es que casi nadie es consciente –ni siquiera los ateístas– de lo avanzado que está el programa papista para la recuperación de su plena hegemonía social.

    La ignorancia sobre ella, y en especial sobre la índole de ese poder político-religioso, explica en buena medida actitudes tan bobas como las de los convocantes de la “procesión atea”. Éstos, lejos de horadar el poder papista, han contribuido a reforzarlo alimentando su victimismo.

    Un saludo.

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  2. Quiero aprovechar esta primera visita a su casa para darle la bienvenida a Ser, cosa que aún no había tenido ocasión de hacer. Estoy seguro que tendremos muchas ocasiones para debatir sobre lo divino y lo humano.

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  3. angel

     /  22 abril, 2011

    "La “censura del laicismo en pleno siglo XXI” " en caso de censurar algo, no se ha censurado el laicismo… en tal caso sería el ateísmo, no lo confundas.

    Y en segundo lugar, se ha censurado algo cuyo objetivo era JODER y no otro a parte de los ciudadanos españoles, si quieren hacer una manifestación atea, están en su derecho, pero claro ya empiezan a joder llamando a las cofradías como "hermandad de la santa pedofilia" y similares. Eso está hecho para JODER, y por lo general los ciudadanos (ateos y creyentes) promovemos una cultura que no se base en el querer JODER los demás, pues si todos nos JODIÉRAMOS la convivencia no sería posible.

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  4. fernandomaría

     /  23 abril, 2011

    Centrándome en que estamos en un Estado laico, aconfesional, no sé por qué a la Iglesia sigue manteniendo tantos privilegios.

    Un saludo.

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  5. "La razón de estado no se ha de oponer al estado de la razón" (Carlos V)…y somos un estado laico (en minúscula…) ¿?

    Un cordial saludo

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  • SOBRE EL AUTOR

  • Abel Ros (Callosa de Segura, Alicante. 1974). Profesor de Filosofía. Sociólogo y politólogo. Dos libros publicados: «Desde la Crítica» y «El Pensamiento Atrapado». [email protected]

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