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De libros y fracasos

El otro día, me preguntaba Carmelo – un viejo conocido del Capri – por qué no escribía otro libro. Como sabéis, hace dos años, una editorial de Barcelona me publicó: "El pensamiento atrapado", una compilación de los mejores artículos del Rincón. El libro, la verdad sea dicha, no me trajo grandes satisfacciones. El concepto que yo tenía de los escritores, y del mundo editorial en general, estaba a años luz de la cruda realidad. En primer lugar, yo pensaba que una obra – en este caso un libro – era algo más que pura mercancía. Sin embargo, tras la experiencia, entendí que detrás de un "Best Seller" suele haber una gran editorial. Y detrás de una gran editorial mucho poder mediático e intereses económicos.

El libro, como les comento, fue un fracaso en ventas. El primer año solamente se vendieron treinta ejemplares de una tirada de quinientos. Una cifra catastrófica para un joven escritor que quería abrirse camino en la jungla de las letras. Aunque, la obra estaba escrita con pasión. Aunque dediqué noches en vela; madrugones y cientos de horas que robé a mi mujer y a mi hija; lo cierto y verdad, que nunca conseguí atravesar la línea que hiciera de mí un escritor de renombre. Se me juntaron las dos caras de la suerte – esfuerzo y oportunidad – pero, sin embargo, muchos medios me dieron la espalda. La mayoría no publicó las reseñas requeridas; a pesar de que les regalé decenas de ejemplares y les supliqué hasta humillarme.

Aparte del desplante que me hicieron algunos medios, yo tampoco puse mucho de mi parte para someterme a las reglas del juego. Por convicciones personales, no presenté el libro. No quería que los asistentes al evento – la mayoría familiares y conocidos – se sintieran "obligados" a comprar un ejemplar de la obra. Quería que el libro fuera algo más que un objeto rectangular ubicado en la librería de algún salón familiar. Para mí, la obra tenía un significado especial. Era un trozo de mi pensamiento. Un pensamiento cosido en doscientas hojitas de papel. A pesar de todo, para muchos fui un escritor fracasado. Lo fui porque mi obra no se vendió como la obras de Belén Esteban, de Jorge Javier, Pérez Reverte, Dueñas o Marías.

Aunque fracasé en el intentó, este verano he enviado otro manuscrito – una nueva compilación de artículos del Rincón – a varias editoriales. Casi todas me han dado con la puerta en las narices. Ninguna – hasta el momento – ha querido publicar otro trozo de mi pensamiento. Ninguna ha querido arriesgar su dinero en un escritor que vendió treinta ejemplares con su primer lanzamiento. Muchos escritores – me comentaba Carmelo – han fracasado en sus comienzos. Borges tuvo problemas para encontrar editoriales que publicaran su obra más allá de su tierra. Proust, otro escritor de éxito, escribió durante veinte años sin que nadie se hiciera eco de su prosa. Y Stephen King, entre otros, escribió tres novelas antes de que su obra saliese editada. Son ejemplos de escritores que nadie dio un duro por ellos y, sin embargo, hoy son inmortales gracias a sus libros.

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8 COMENTARIOS

  1. Abel, esta historia reproduce la de muchos, aunque no te sirva de consuelo. Para mí lo más humillante es que las editoriales se queden con tu obra, tu sin respuesta como si les hubieses dejado un folleto de usar y tirar, y después la pantomima de vender tu libro haciendo "bolos" porque se les llama así, como si tuvieras que hacer de comercial y convencer al público de que lo compre. Estoy contigo en que eso no es lo que un escritor con vocación haría. Asi que yo he declinado ese camino. Tuve bastante con uno y el intento de publicar otro despues. Ànimo de todas formas que esto a veces depende de que des con el título y el tipo de publicación. Abrazo

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    • Abel Ros

       /  14 septiembre, 2016

      Muchísimas gracias por el comentario.
      Resulta muy reconfortante saber que hay otras personas que opinan como yo. Apunto la expresión «haciendo bolos» porque ilustra muy bien la experiencia «humillante» de vender libros.
      Un abrazo.

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      • ¿No has pensado en la autopublicación? Yo también tuve una experiencia espantosa con la publicación a través de una editorial de mi primera novela, pero, como autora independiente, me va muy bien.

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        • Hola Idaean. De momento no pienso en la autopublicación. Autopublicar supondría un esfuerzo añadido por vender libros. Tendría que realizar todo el trabajo que corresponde a la editorial y, la verdad sea dicha, no sería motivador. Te deseo mucha suerte. Un abrazo.

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          • Talia

             /  4 marzo, 2018

            Hola. Te escribo para contarte mi experiencia y también para que veas la gran decepción que consiste en la llamada «Autopublicación».
            Yo tengo publicados ocho libros o nueve (ya he perdido la cuenta) en formato ebook. Me tuve que ocupar de todo el proceso editorial (corregir la sintaxis, escribir un índice, la división de capítulos, la portada, un poco de promoción y digo «poco» porque a alguien con pocos ingresos o ingresos normales le es imposible pagar porque te promocionen el puñetero libro), y ha sido la experiencia más equivocada de mi vida. Mis títulos son libros de fantasía, pasando por uno de terror otro de suspense a lo «Rebeca» y otro más de romance. Incluso he escrito uno todo entero lleno de arcángeles y sus luchas en el cielo ¿puedes creerlo? Lo único que he logrado es que me descarguen ilegal e impunemente todos los títulos uno por uno sin hacer ¡ni una venta, solo una primera! Me los he llegado a comprar yo misma haber si así se animaba el cotarro, pero ni eso.
            Es muy humillante la autopublicación, mi consejo es que te la ahorres.
            Autopublicación significa horas y horas de trabajo para al final conseguir como premio cientos y miles de descargas ilegales, eso sí si «les interesa» el tema de tu libro a un público que solo se nutre de sexo, de novelas de estilo Cincuenta Sombras, de estilo Bridget Jones y novelas rosas baratas y vacías.
            Es muy devastador.

            He escrito uno infantil, pero no me atrevo a mandarlo a una editorial, para qué? Si todos sabemos lo que siempre ocurre.

  2. Muchísimas gracias Talia por compartir tu experiencia. Saludos.

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  3. Abel, yo publico uno ahora con Celebre Editorial. Es una editorial que empieza pero hace edición tradicional, o sea que no tienes que poner ni un duro y son encantadores y con una ilusión desbordante. De hecho los socios son escritores que ya han publicado. Eso sí, la presentación no te la quita nadie…pero se puede hacer de muchas maneras. Yo ya hice una de otro libro y lo convertí en una conferencia a partir de la cuestión nuclear que trataba el libro. Además en la presentación no se vendian ejemplares, pero lo sorprendente fue que la gente le supo mal q no hubiera venta porque les intrigó y les hubiera sido más comodo y satisfactorio, porque estaban motivados, comprarlo in situ. No sé eso eres tú mismo, pero de momento la experiencia con esta editorial que hace su inauguración pública mañana, no tiene nada que ver con la anterior. Si te interesa dime…

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  4. Hola Abel se me hace difícil hacer un comentario a tu publicación, pues como todo en la vida, depende del dinamismo con el que uno vea la propia vida. Y sobre todo, de reconocer nuestra capacidad, tras innumerables “éxitos fracasados” (?) para intuir por dónde emergerá, por donde viene una indicación, una pista de cuál era, dónde estaba la inteligencia de la Vida con mayúsculas, en esos previos “dos aparentes NOES” que para ti han sido importantes.

    Si te vale para algo que un aspirante a plumillas, repita esto que aludo a continuación, te diré que ya sabes por activa, por pasiva…. los millones de horas que conlleva el simplemente hacer muchas veces algo que pasase de las 10 páginas y dando por sentado, que has empezado ya previamente y durante miles de días, a aprender a hacer algo de una página, página y media, dos páginas CON MENSAJE.

    Muchas veces, me he preguntado con ganas de aprender, dónde estará la inteligencia tras tantas horas invertidas previamente. Y antes de que la vida me contestase con alguna pista, he aprendido desde una humildad obligada, la que aportará y obligará la no respuesta, a reconocer una cosa útil : la bendición de “ cómo se irán quedando de limpias las entrañas del escritor o del simple aspirante a plumillas BIC”, cuando o a medida que fuera ordenando, pasando a limpio y corrigiendo, lo que hasta entonces estaba retenido y acumulado en unas falsas y a veces desordenadas o caóticas despensas, “ las de su propia imaginación “.

    Y he visto por propia experiencia, que en realidad, cuando ya has hecho todo el trabajo de verter fuera lo mejor de tí mismo, en ese momento, en realidad el trabajo estará hecho. Mejor dicho, en ese momento a lo mejor, es cuando la vida te permite que eso salga. Porque sabes perfectamente, que a veces dos páginas llevan tal follón y tal caos interior hacerlas, para emerger y sintonizar con lo ya escrito……. y mientras tanto………. LA VIDA riéndose de nosotros. Porque si tu quieres manchar más el mundo con tus prisas, al menos te vas a poner en la cola de los ansiosos y sus fuguillas con billete low cost a Bruselas y sin querer llevar a medio pueblo consigo.

    Yo no tengo control alguno sobre la vida de los demás. Porque es la Vida la que nos mueve a TODOS. Y en realidad toda la fuerza que pongamos en que hubiera fuera quienes reconociesen a esa telaraña que estaba colgado en esa despensa, el ego empeñándose en no fluir y atándose a más palabras, y pretendiendo ilusamente hacer que la vida volviera donde no tiene que volver ( una imaginación convertida en un fin o un medio y para qué ), porque si yo ya me he puesto el tanga, un sujetador de cine de bonito y me he pintado el morretin, qué pretendes hacer “Manolo mon amour ” dejándome castigada en casa y sin salir hoy al CAPRI.

    Fluir con la vida, es no vivir para confirmar lo que no se mueve. Al que haya tenido éxito una y mil veces, que le vaya bonito con esa partida de ping pong. Ni siquiera tómalo como una sugerencia. Si antes de publicar te paras, un momento y dices ¿ Lo que he escrito, apunta a qué, va a ayudar a moverse el qué, aportará esto, o lo otro o lo de más allá, a una vida creciendo?¿ O es simple imaginación haciéndose regates, porque no se cuestionaba estás nuevas preguntas, que no se quedarán en si simplemente había un frontón o éxito para mis palabras?

    Cuando mis palabras todas ellas, están ahí para que mi corazón se engarce con la vida de todos y creciera, ese trabajo por hacer, ya no se ata. Ya no pide rebotes, porque mis palabras todas ellas al salir, por fin, solo estaban empezando a hacer un trabajo mucho más sutil y lento.,Y no te quejes “my darling”, porque de tu nuevo traje, con mi modesta aportación, ahora llevas lo mejor y más ordenado e inteligente de lo que yo he sabido vestirte.

    Cada uno de tus artículos desgrana sensibilidad y eso, no exige muchas veces rebotes, sino que sirviera de alimento para un alma más grande, la colectiva, siempre haciéndose; y que en realidad y ya sin ojos, no parará de moverse. El redimensionar la propia escritura o tu imaginación( lo “ aun escondido “), para que fuera el motor de realidades más grandes, contrarrestando egos, codicia, corrupción, violencia extrema, tromp etas y sus permanentes escozores de entrepierna, porque tendrán siempre a un judoka, todo el dia enfrente y echándonos un pulso a nuestro PAR, hará transitivo un verbo, hasta entonces intransitivo, todas esas miles de horas en soledad y por tanto sol@s muchas veces, ordenando nuestra propia casa interior.

    Buen día y lamento la extensión.

    Me dicen por el pinganillo desde la zarzuela, que una gran editorial ha sugerido que limites el numero de palabras en los comentarios, para evitar pelmazos bien in ten cion ados…..me están cortando …..bueno seguiremos informando……

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  • SOBRE EL AUTOR

  • Abel Ros (Callosa de Segura, Alicante. 1974). Profesor de Filosofía. Sociólogo y politólogo. Dos libros publicados: «Desde la Crítica» y «El Pensamiento Atrapado». [email protected]

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