El periodismo ideal ubicado en el paradigma de la Audiencia se convierte en un árbitro del conflicto político y en un servicio público, ajeno a los intereses gubernamentales. En precisamente este escenario platónico alejado del que tenemos, el que sitúa al patrón de la opinión pública en una audiencia informada y capacitada para confeccionar opiniones fundadas sobre la agenda del momento. La Democracia de Audiencia se corresponde con la uniformidad de los mensajes y la transparencia de las cabeceras. El lector de la mañana, en los sistemas ideales, compra su ejemplar atendiendo a la calidad de los escritos, con independencia de sus preferencias electorales y mimbres ideológicos. La despolitización de los medios sirve a la sociedad ideal para fabricar espíritus críticos ajenos al corsé editorial de la polarización mediática.
El intervencionismo estatal, denunciado en el párrafo primero, se manifiesta en la radio-televisión pública española y autonómica. Según Sampedro, tales televisiones: "cumplen disciplinariamente una función de propaganda del gobierno de turno". En dichos medios, "no suelen realizarse debates entre candidatos por miedo a la manipulación". "El despilfarro económico de la televisión pública – en palabras de Fernández, amigo de José Luis – no se corresponde con la calidad de los contenidos". "No hay consejos audiovisuales independientes de los partidos y en condiciones de controlar a los medios". "Las concesiones de licencias de emisión – criticadas por Mancini – suelen estar contaminadas de clientelismo". En definitiva, "la oferta audiovisual no satisface los estándares que cabría esperar de un servicio público". Estamos – como diría el cuñado de mi prima – a años luz de un periodismo que sirva a los ciudadanos en lugar de a los partidos.
El periodismo actual, sujeto a la Democracia de Partidos, agoniza día tras día, ante la pérdida de su argumentación racional y el punto bajo de miras en el debate de las ideas. La prensa que nos envuelve se distingue por su falta de compromiso con las reglas más elementales de imparcialidad informativa y contrastación de fuentes. Las "dos Españas mediáticas", denunciadas hasta la saciedad por las páginas del Rincón, se pelean como perros y gatos para tejer el titular que mejor satisfaga a los intereses de sus partidos. Decía Bouza que: "la batalla por la comunicación es la forma que hoy parece tomar la (antigua) lucha de clases". En días como hoy, la información se disfraza de opinión y, viceversa, en un escenario de agresividad envenenado por los mercados. El periodista se ha erigido en un exhibidor moral con capacidad para condenar a cualquier ciudadano que le cuestione o, ponga en riesgo su protagonismo en los lagos de lo público. Mientras el periodismo no recupere su humildad estaremos – como decía José – a "años luz" de conseguir el ideal. Cierto.
Ariadna
/ 20 abril, 2013¿Qué más da? Si lo único que importa a los medios es dar titulares para poder vender más. Cuanto más grande es el titular mejor. Hay algunos medios de comunicación que para poder vender más ni contrastan la información. Y lo más trsitye es que los que hacen esto se hacen llamar periodistas.
Hasta que no sea importante la verdad que ganar audiencia seguiremos padeciendo este mal.
Isidro
/ 28 abril, 2013Pero es que tan poco nos mola el periodismo que se mete con los Izquierdosos, Sindicalistos, Sociolistos y Peperos. España sigue en un franquismo, pero sin un Franco que los meta en cintura, porque tendría que ser el Pueblo Unido el que los metiera.
Enseguida te viene el Rojeras de turno llamándote Facha o el Pepero dejándote más bajo que los asesinos de ETA.
Tenemos que traspasar lo de Derechas e Izquierdas de una santa vez. Aquí lo que padecemos es un Régimen Político lleno de Corrupción y Clientelismo Caciquil en todos sus ámbitos, y un ciudadano aun si cabe más analfabeto y servil que en tiempos de Alfonso XIII.
Me río yo cuando dicen que España es un pais liberal cuando el 90% de las Grandes Industrias, quitando multinacionales, están en manos de toda esta casta política, aquéllas que se hicieron con Franco a través del INI y que como Iberia, desgraciadamente quedará en manos británicas, como pago de deudas por su corrupción.
Es que al españolito no le entra en la cabeza que El Trabajo no se lo tiene que dar el Estado, se tiene que crear por nosotros mismos, por el Ciudadano. El Estado debe facilitar al máximo que se deba dar las condiciones necesarias para crearlo. Ya no estamos en una Dictadura Protectora como la de Franco. ¿O es que quizás añoramos volver al régimen anterior?
El otro día salió en la tele, en el Gato al Agua, el profesor de política de Universidad Complutense Pablo Iglesias. Con su discurso Marxista Leninista culpando a la derecha de fascista. Me dio muicha pena su analfabetismo histórico político. Más pena me dan los estudiantes que se dejan manipular por este tipo de sujetos.
¿No sabrá este Pablo Iglesias que el Fascismo nació del Socialismo Italiano?
¿No sabrá este Pablo Iglesias que el Nazismo nació del Partido de los Trabajadores Alemán?
¿No sabrá este Pablo Iglesias que el Che Guevara lo menos malo que hacía con los Homesexuales era desterrarlos de Cuba, porque para el eran unas mariconas?
Por cierto que el Che Guevara venía mucho a España en tiempos de Franco, para ver las Corridas de Toros, que le encantaban, y sin quitarse su uniforme.
¿No sabrá este bulto sospechoso, que los paises más machistas han sido los de corte Comunista?
¿No sabrá este sujeto, que precisamente no fue la Izquierda Republicana la que hizo que por primera vez la mujer votara en España, sino su odiada Derecha?
¿No sabrá este bulto sospechoso que fue el Sindicalismo de los EEUU los que lucharon para que los obreros pudieran trabajar 40 horas semanales como máximo?
¡¡¡Pueblo Borrego y Servil seguimos siendo!!!
Javier
/ 28 abril, 2013Menos mal que ha venido Isidro a «meternos en cintura» recordándonos lo incultos que somos relacionando 4 tópicos. A partir de ahora las matemáticas ya no se llamarán matemáticas sino «disciplina de descripción de la inter-relación». Bravo!!!