• LIBROS

Entrada anterior
Entrada siguiente

El licor separatista

Cuando las crisis se cronifican – decía el sociólogo de la Escuela de Chicago – surgen corrientes sociales de desafección y descontento con los cimientos del edificio. Es precisamente, en esos momentos de depresión democrática, cuando las hormigas se organizan e intentan derrumbar al coloso que las mira. El hambre de liderazgo y la necesidad de un guía que inyecte comodidad al sentido de nuestras vidas, es la fuerza que levanta el polvo de los rebaños en los desiertos de la ilógica. Sin fe en la racionalidad del sistema, las ideas del tuerto – en palabras de Jacinta –  son la única  luz que alumbra el reino de los ciegos.

La aventura del vecino del Norte; sirve a la Crítica de hoy, para analizar los desaguisados que se cocinan en los fogones de Cataluña. Resulta paradójico – en boca del Catedrático – que los ceños fruncidos del 15-J, sean olvidados por los efectos alucinógenos del licor separatista. Con las masas hipnotizadas ante la luz de la linterna. El domador de las fieras acaricia el terciopelo de los felinos, como si fueran cachorros al acecho de los biberones. Es precisamente,  en estos intervalos de hipnosis colectiva, cuando los totalitarismos  del ayer; consiguieron que los hambrientos somnolientos cediesen su libre albedrío a la retórica de su tiempo. Después del 25- N, en palabras del que escribe, el mal despertar de los felinos hará que el sonido de sus rugidos, alejen de los barrotes catalanes al látigo que los mantiene.

Mientras Ibarretxe – decía el vasco, a las puertas del teatro – presentó un plan separatista a la mesa del Congreso. El líder de Cataluña construye la independencia con los mimbres emocionales. El cultivo del grito, en las masas debilitadas, sirve al tótem nacionalista para fortificar su castillo ante posibles invasiones. Es de esta manera, construyendo venganza contra un Estado de Derecho, como el Arturo del XXI dibuja su silueta en los libros de la historia.

En días como hoy, con la legalidad como escudo, los sables de Mas chocan como quijotes contra los molinos constitucionales. El régimen sancionador del ordenamiento jurídico – en palabras del letrado – sirven a los "no catalanes" para mantener en las jaulas soberanistas a los felinos despertados. Mientras tanto, las ocurrencias del ministro – "españolizar a los catalanes" –  y, el titular del Financial – apoyo a la consulta independentista – encienden los troncos calientes de la frustración catalana.

Deja un comentario

6 COMENTARIOS

  1. frater reginaldus

     /  18 octubre, 2012

    Decir que la constitución del 78 es un estado de derecho, es una pretensión inmovilista. Es un ataque de nostalgia de los diseñadores y admiradores de la trasición pacífica; los que evitaron la «ruptura traumàtica». El miedo a los poderes fácticos era la excusa. El poder fáctico ha pasado de los militares a los bancos; pero a la izquierda española le siguen temblando los pies cuando le hablan de ruptura. La constitución española es un molino de viento que, o bien se recicla o pasará al museo de la Historia de España (la Española, claro). Me duele que la derecha catalana tome la inciativa. No es mas que la consecuencia de la pasividad, miopia, mezquindad, particularismo, seguidismo de la izquierda oficial y plural frente al problema – eterno problema- de la organización territorial del Estado Español y de la Península Ibérica. Frente a este problema hay dos soluciones: la via de la fuerza (lo que se destila en la autoria de esta crítica) o la via política: buscar soluciones a los problemas. El problema territorial no lo creado A Mas, sino el artículo dos de la constitución; y hasta ahora, Sr. Ros, la respuesta que se oía de su parte era: «¿cómo está lo mio?»- Una constitución que no integra, sino que excluye, salta por los aires en momentos de crisis economicas. Esta es la realidad que debeis mirar, y no la de buscar culpables.

    Responder
  2. xavi

     /  18 octubre, 2012

    Tanta pompa en su prosa para no decir absolutamente nada. La constitución puede ser reformada, y ya lo ha sido cuando ello le ha convenido a la partitocracia española. Si se escribe un artículo en defensa de la inmutabilidad de la Constitución se deben aportar argumentos y razones por las que ésta debe permanecer intacta, no ensayar metáforas de dudoso gusto o jugar a crear un estilo literario híbrido del barroco y el periodismo digital. Terrible lo suyo, señor. Disculpe mi dureza.

    Responder
  3. rosa

     /  18 octubre, 2012

    Cierto es que la Constitución española de 1978 , en lo que se refiere al Titulo VIII (organización territorial del Estado) no es precisamente ejemplar, pero también es cierto que cuando se hizo los españoles estábamos en la tarea de acabar con un régimen dictatoral y pasar a un sistema democrático, lo que no resultaba nada fácil, teniendo en cuenta nuestra larga tradición golpista y dictatorial, el continuo ruido de sables con el que amanecíamos todas las mañanas , las brutales acciones del terrorismo, tanto de ETA como de la ultraderecha, la falta de educación política de un pueblo, el español , al que habían hecho creer que Democracia equivalía a República( con todo lo que éso conllevaba, teniendo en cuenta que la II acabó en Guerra Civil y Dictadura ) y una clase política aún sin formar, al menos en lo que a la Izquierda se refiere.
    De acuerdo, la Constitución se puede y se debe cambiar en muchos aspectos y no sólo en lo que se refiere a la Organización Territorial del Estado,pero éso no puede ser una excusa para que el Sr. Mas, en el colmo de la demagogia, en medio de una gravísima crisis económica que genera indignación en la gente, con razón, pero que nubla también la capacidad de un raciocinio sereno,emprenda una huída hacia adelante que no puede mas que generar mas problemas y que, en mi opinión, no obedece a un sentimiento real de independentismo, sino a extender una cortina de humo ante su incapacidad para resolver los problemas económicos y sociales que tiene planteados Cataluña ,como el resto de España.
    En cuanto a la Izquierda, tanto catalana como española en general,siempre ha sido federalista, de modo que deberían sentarse todos a dialogar y repensar lo que es necesario cambiar en la Constitución, con un mínimo de serenidad y sin crear mas crispación social de la que ya existe.Todo lo que no sea éso,será malo para todos, empezando por el pueblo catalán, entre el que, estoy segura, habrá mucha gente que no querrá la independencia…y, si la mayoría la quiere, negociese la manera y el momento.

    Responder
  4. Roger

     /  19 octubre, 2012

    Quina pallassada.
    No és ni la crisi ni res, l’Esquerra Independentista duu un mínim de 40 anys treballant per forçar el trencament amb les elits espanyoles. La crisi té amb prou feines cinc anys. El ‘problema’ catalán, com a mínim un segle i mig.
    La crisi alimenta l’independentisme? Parides de l’alçada d’un campanar. Potser hauries d’haver treballat una mica l’hemeroteca i veure episodis com la Retallada i ‘Cepillada’ de l’Estatut, l’atac a l’immersió lingüística o el ‘no’ al pacte fiscal com a factors que han engreixat el trencament polític i antropològic amb Espanya.
    Això ja fa temps que es gesta i les anàlisis d’emergència només demostren la seva limiitació o, en el pitjor dels casos, l’alineament amb les tesis del colonitzador, en aquest cas Espanya.

    Responder
  5. Desorientat

     /  20 octubre, 2012

    Pensar que Mas és el lider de l’independentisme (o pensar que és independentista) és que encara no hem entés res.

    Responder
  6. Xescu

     /  21 octubre, 2012

    En comentarios que he podido leer de articulos periodisticos me dan a entender en general dos visiones entre la poblacion española, una negacionista que se escuda en la constitucion para impedir cualquier cambio, cuando este perfil precisamente és el de la derecha española, la misma que en su momento no queria la constitucion ya que, como ahora, preferia el inmobilismo o sea la dictadura. La otra vision es la de la trasnochada izquierda que despues de los varios avisos que des de Catalunya se han hecho [federalismo de P.Maragall (politico apartado por ello del PSOE), el Estatut (cepillado hasta que ni su madre lo conozca, palabras de A.Guerra) que posteriormente fue tumbado por un tribunal tras 4 años de deliberación (un documento el estatut aprobado por el congreso de diputados y refrendado por un amplisisma mayoria de catalanes mediante un referendum) y la ultima el intento de negociar un pacto fiscal] solo ahora y segun quien en el PSC habla de federalismo? Para muchos catalanes la politica española no es creible simplemente.

    Responder

Responder a RogerCancelar respuesta

  • SOBRE EL AUTOR

  • Abel Ros (Callosa de Segura, Alicante. 1974). Profesor de Filosofía. Sociólogo y politólogo. Dos libros publicados: «Desde la Crítica» y «El Pensamiento Atrapado». [email protected]

  • Categorías

  • Bitakoras
  • Comentarios recientes

  • Archivos

  • Síguenos