• LIBROS

Entrada anterior
Entrada siguiente

15-M, luces y sombras

Después de un año ocultos en las trincheras del titular, los "perros flautas" de Aguirre han vuelto a sacar los dientes a las élites tóxicas del poder. El silencio de las plazas ha sido roto por el estruendo pacifico de millones de "descamisados" descontentos con los telones que han marcado las pautas de sus funciones. Hoy más que ayer, el movimiento 15-M ha vuelto a la actualidad internacional para decir ¡basta ya! a unos políticos alienados por los hilos del neoliberalismo occidental. La crisis del capitalismo y las brechas sociales constituyen las pinceladas difusas de un conglomerado unido por la abstracción de su discurso.

Desde la Sociología nos preguntamos por los factores que determinan el efecto llamada de millones de españoles a tomar las calles de sus pueblos y ciudades. Los trazos difusos que marcan los círculos del grupo son las puertas abiertas que invitan al ciudadano a pisar sus aposentos. Es precisamente esta falta de limitación de sus fronteras discursivas la que otorga la estética de poder y la imagen mediática de la noticia. En el 15-M, en palabras de un indignado de Madrid, todos tienen cabida. Somos, decía este señor de la camiseta verde, un grupo de ciudadanos desencantados con el mundo. Esta expresión "desencantados con el mundo" es la que otorga la cohesión a un cajón desastre llamado indignación.

El interés de los partidos para englobar en sus siglas a millones de "camorristas y pendencieros" y la resistencia de éstos a colgar de sus cuellos la placa política que los identifique, forma parte de la dialéctica romántica que enciende y apaga la vela del movimiento. Es precisamente la heterogeneidad de sus mensajes y la contradicción ideológica de los mismos la que marca su rasgo distintivo de conglomerado desideologizado. Esta característica de imprecisión es la que impide al movimiento materializar sus propuestas por los cauces formales de la democracia.

La escenificación pública del descontento civil sin la concreción de canales políticos para llevar a cabo sus propuestas civiles invita a los indignados a seguir paralizados en las aguas turbulentas de su teoría. A pesar de estar mejor organizados que el año pasado, el movimiento de Hessel debería  tomar las riendas de la política mediante la elección de líderes sociales, que articulen discursos concretos para ser votados y materializados en leyes y reglamentos. Mientras no se bajen del caballo de la teoría, este movimiento de jinetes enfadados solamente conseguirá levantar el polvo que sacude las patas de sus caballos.

Deja un comentario

7 COMENTARIOS

  1. Opi

     /  15 mayo, 2012

    Llevas toda la razón, mientras no se constituyan en algo más que un movimiento, no habrá otra.

    Responder
  2. Piniófilo

     /  15 mayo, 2012

    Me gusta la forma estructural del texto, ni das ni quitas valor a este esperanzador movimiento, tanto ellos como todos nosotros tenemos la extenuada obligación de seguir reflexionando profundamente sobre esta maldita marea negra que nos va poco a poco arrastrando hasta la quema. Saludos para España, y bienvenido sea de nuevo el 15 M.

    Responder
  3. julian

     /  16 mayo, 2012

    Uno de los problemas que se señalan en la democracia española, es que no hay una participación directa de los ciudadanos y se piensa que para conseguir dicha participación hay que cambiar la ley electoral e incluso la constitución, si se quiere profundizar en la participación directa de los ciudadanos.
    Las nuevas tecnologías pueden soslayar de cierta forma esta situación, sin cambiar la legislación actual.
    El sistema consistiría en una representación diferida de los ciudadanos, en la cual el diputado es un mero transmisor, de la votación directa de los electores a los que representa. Para ello tendríamos una web, en la que se entra mediante una clave de acceso personal.,en la que los ciudadanos votan y plantean las proposiciones de ley. Para obtener la clave de acceso, el votante se inscribiría para votar por correo, al votar se comprobaría su voto por la lista de su “instrumento de voto diferido”y se le entregaría la clave de acceso en sobre cerrado.
    Los representantes son personas sin perfil político, que el parlamento votaran las propuestas, propondrán leyes y expresarían opinión en función de la decisión mayoritaria de sus electores.

    Responder
  4. Salcantay

     /  17 mayo, 2012

    Por fin, alguien en un medio de comunicación, reconoce las buenas intenciones y el valor de denuncia de ese movimiento, y, al mismo tiempo, su absoluta inoperancia si no entra en el juego democrático, que es el único sistema conocido para cambiar la sociedad mediante leyes.
    En cuanto a ese «imaginativo» sistema de votación de las leyes, donde el parlamentario sólo es un «administrativo» me da escalofríos.
    Sigamos denigrando la actividad de «los políticos», así en general. Sigamos haciéndolo y cabreándonos mucho, igual que los niños que se enfadan y no se comen el postre.
    Los fascistas y los nazis, están pacientemente esperando nuestro aburrimiento del sistema, para empezar a gobernarnos, como en Grecia o en Francia, aunque todavía no lo consigan.
    Las redes sociales están muy bien para quedar con los amiguetes o para formar un grupo de debate sobre las mejores bazas del guiñote.
    Para votar las cosas, prefiero que eso lo administre un representante parlamentario, de quien conozca su historial y a qué ideología pertenece, no porque él lo diga, sino porque su trayectoria política sea conocida.
    Que san Carlos Marx nos libre de que las decisiones legislativas las tomemos en el anonimato gente como la que poblamos órganos de expresión y comunicación como éste por ejemplo.
    No hay más que ver las cosas que en ellos se pueden leer.

    Responder
  5. Jotaele

     /  17 mayo, 2012

    Tengo la sensación de que 15-M es algo más que un movimiento o si no un nuevo tipo de movimiento. Creo que su heterogeneidad, su organización horizontal y su renuncia dejar que pueda personificarse en un líder, tiene mucho que ver que aspira a representar a un pueblo auténticamente democrático: está dando lecciones de educación cívica.

    Creo que lo que pretende es hacer visible la demanda de las preferencias políticas de los ciudadanos y que el partido que se atreva, incluso uno nuevo, las introduzca en su programa. los efectos del 15-M se irán viendo elección tras elección. Ya hubo motivos para castigar al PSOE y ahora los hay para castigar al PP.

    Estamos aprendiendo lo que es la derecha. Aprendida la lección o cambian estos partidos mayoritarios, lo cual es muy difícil dada su rígida estructura oligárquica, o irán aumentando en representación los partidos minoritarios como ya hemos podido apreciar.

    Dicen: VAMOS DESPACIO PORQUE VAMOS LEJOS.

    Responder
  6. Salcantay

     /  17 mayo, 2012

    Cualquier calamidad puede quedar muy bonita eligiendo bien las palabras.
    ¿Así que, esto en lo que estamos, es un castigo al PSOE?
    Pues a mí me está doliendo en mis costillas.
    De todas formas, es cierto que esa visión se corresponde con el espíritu de muchos de los eslóganes del 15M. Por ejemplo con el de: «No nos representan».
    Algún ingenuo debe de pensar que, si no le gusta la actual dinámica de los partidos políticos (ciertamente criticable) dejarán de existir si no votamos. Claro, lo que pasa no es eso. Lo que pasa es que si dejamos de votar los de izquierdas, Mariano gobierna. Y, quien necesite pagar los medicamentos para aprender lo que es la derecha, que se informe un poco, hombre. En este país, encontrará muchas fuentes de información, que algo sabemos ya de eso.
    Los partidos son lo que nosotros queremos que sean. Si no nos gustan, participemos y cambiémoslos. Y, sino los partidos, las asociaciones de barrio, los sindicatos y cualesquiera otras asociaciones de lucha por mejorar la sociedad.
    Lo que sí es un chiste es, estar de espaldas a todo esto y después ponerse debajo de una pancarta a reclamar «democracia real ya», o «democracia participativa», o «sólo se acuerdan de nosotros cada cuatro años».
    O trabajamos con los partidos existentes, o creamos otros mejores (que no sería difícil) o inventamos algo distinto a lo menos malo que se conoce desde los griegos.
    Yo creo que «van despacio porque van sin rumbo».

    Responder
  7. La falta de una organización, una infraestructura de funcionamiento, conduce a su progresiva desaparición!

    Mark de Zabaleta

    Responder

Responder a SalcantayCancelar respuesta

  • SOBRE EL AUTOR

  • Abel Ros (Callosa de Segura, Alicante. 1974). Profesor de Filosofía. Sociólogo y politólogo. Dos libros publicados: «Desde la Crítica» y «El Pensamiento Atrapado». [email protected]

  • Categorías

  • Bitakoras
  • Comentarios recientes

  • Archivos

  • Síguenos