Es paradójico que con la que está cayendo en la sociedad, el movimiento 15-M haya pasado a las filas del silencio. A punto de cumplirse un año de su aniversario, los "camorristas y pendencieros" de Esperanza han perdido la fuerza social de su mensaje. Hoy los "descamisados de Dragó", aquellos "perros flautas" cabreados con las élites tóxicas del poder, han abandonado el titular de la mañana en una España castigada por el error de millones de votantes procedentes de la izquierda que vieron en la retórica de las gaviotas la salvación a sus lamentos. ¿Dónde está la válvula de escape que expulse en la calle el descontento social con los ecos del rescate? Es deplorable que las velas de la indignación hayan quedado consumidas ante las promesas incumplidas de políticos alienados a los caprichos merkelianos.
El "circo del Sol", en palabras peyorativas de Dragó, no debería cerrar su taquilla ante las críticas vertidas por las corrientes ideológicas de la derecha. A través de su mensaje, jóvenes y no tan jóvenes de la España reciente, consiguieron levantar de los aposentos del "credo americano" la lucha por el cambio social desde los valores cívicos occidentales. Las plazas públicas de distintas capitales fueron el icono perfecto del descontento de millones de plebeyos contra los abusos de sus cortesanos. El grito del desahuciado y la ira del mileurista crearon las sinergias oportunas para que en la tribuna de los leones sonaran con fuerza los sables de la calle. El indignado de ayer se convirtió en el héroe abstracto de una sociedad frustrada con la incoherencia de sus élites y anclada en los barrotes de la depresión.
Desde la crítica civil es momento de reflexionar sobre el silencio de las plazas. La falta de correlación entre tijeretazos marianistas y la indignación manifiesta, dejan el cielo despejado para el vuelo carroñero de las gaviotas. En días como hoy, es urgente que las tesis de Hessel recobren el poder de las acampadas preelectorales del mayo evaporado. El movimiento 15-M debería institucionalizar su mensaje y pasar el testigo a fuerzas políticas sensibles a sus reivindicaciones. El simbolismo de la primavera árabe debería servir a la "España tercermundista" de Rajoy, para tomar conciencia cívica de su problema y frenar la tiranía indiscriminada de los mercados. Solamente desde la pancarta y la unión podremos recuperar aquello que estamos perdiendo desde el asiento cómodo de la butaca.
Mía
/ 12 abril, 2012Lo dijo Napoleón:»España es un país de ignorantes gobernado por curas….»
A lo que estamos bajando!!!!
Un abrazo
mía
María Mariscal
/ 12 abril, 2012Y qué haces tú que no eres el primero en salir????
Verás como hay más que te siguen. Y eso de que están en silencio es mentira, otra cosa es que la prensa nos ningunee y no aparezcamos, pero tú como seguidor de páginas de 15-M que eres, verás que menos callados estamos cualquier cosa, y que hemos salido a la calle este año en hasta 5 manifestaciones en 4 meses
ana d q
/ 12 abril, 201215 M somos toda persona de bien, que sabe que las cosas no se consiguen esperando a que otro te las resuelva, que piensa en el bien común, que está despierto a lo que pasa a su alrededor y se revela ante las injusticias. No hay más ciego que el que no quiere ver. 15 M estamos diariamente presentes y activos. Seamos constructivos cooperemos, juntos podemos. 15 M somos ciudadanos normales, no nos pagan por ello. No pidamos a los demás lo que nos debería indignar personalmente a cada uno y hacernos salir a la calle a aunar nuestras fuerzas. Juntos lo conseguiremos, separados las fuerzas se disipan y evaporan.
Julio C. Piñeiro
/ 12 abril, 2012Está claro que estás al tanto del estado del movimiento por lo que sale en los mass media, y por tanto, tampoco en su momento bajaste demasiado a la calle. Inevitablemente fuimos una piedra de toque de los vuelcos electorales, con un resultado bien diferente del deseado (y te aseguro que nadie con una mínima mentalidad «de izquierdas», en el sentido más clásico del término, derivó su voto a las gaviotas; otra cosa es que diferentes estretegias hayan permitido la dispersión que ha habilitado la mayoría absoluta pepera, pero desde luego que jamás nos plegamos ante sus falaces propuestas), por ello ocupábamos la actualidad en las plataformas de desinformación. Pero la ire sigue, vuelve la primavera, el ánimo, la sangre hervida, y las sospechas más escépticas ante semejante sangría neoliberal se han confirmado a las primeras de cambio. Si realmente has salido a la calle, puedes seguir saliendo y darte cuenta de que la llama sige muy encendida. Los mass media pueden decir misa.
Abel Ros
/ 12 abril, 2012Estimada María.
Desde que comenzó el movimiento 15-M, como tú bien dices en el comentario, he sido seguidor del mismo y si lees los post escritos al respecto (rebelión de las masas, la coherencia de la indignación, camorritas y pendencieros..) comprobarás que he realizado siempre la misma autocrítica a la organización y orientación del movimiento. Felipe González dijo ayer «Los chavales tenían razón en salir a la calle. Pero cometieron un error. En vez de centrarse en dos o tres prioridades escribieron una extensa carta a los Reyes Magos”. Habló en pasado como si el movimiento no estuviera vivo actualmente. Con el artículo, María, pretendo hacer un llamamiento a la visibilidad del 15-M para que no pierda la fuerza de su nacimiento y podamos frenar la agonía del Estado del Bienestar. Saludos, Abel.
Guillermo Casalderrey
/ 12 abril, 2012Estoy con María Mariscal, la gente siempre entiende el 15M como algo ajeno porque quieren que vengan otros a «arreglarles las cosas». Pues lo siento pero no, eres tú el que va a arreglarlas, no esperes que sean otros, sal tú, muévete tú.
Te lo digo también como participante activo (en medida de lo que mi trabajo me deja) y te aseguro que no hemos rebajado esfuerzos ni en un instante, otra cosa son los medios, otra cosa es que la gente se canse y luego es muy fácil decir, bah, ya no es lo mismo que antes. Pues yo te puedo asegurar que nunca cambió, hay gente que siempre ha estado, luego están los que están cuando les conviene, o cuando «hay suficiente gente». Lo siento, pero esto no se trata de eso.
Y ojo, las críticas están bien, es cierto que se han cometido errores, lo que dice Felipe es cierto…
Ha habido demasiadas ideas, también es normal, hay demasiadas cosas que arreglar, demasiadas injusticias.
Pero lo cierto es que luchar por algo que no represente a todos al final se convierte en lucha de egos y nos divide.
Y en parte es lógico, somos muchos y no todos querían lo mismo, algunos se centraron en atacar a la iglesia, otros en la república, es cierto que hay que olvidar lo que nos separa y centrarnos en la corrupción.
Si arreglamos eso ya bastante habremos hecho.
Pero insisto que eso de esperar que sean otros los que salgan me parece una actitud de sociedad infantilizada.
Y no te lo tomes a mal ni te tomes lo que te digo como credo, es opinión personal y transferible. ;D
María Mariscal
/ 12 abril, 2012Caramba, Abel, pues parece que nos estás tirando por el suelo. Por lo menos en nuestra ciudad no hemos parado de hacer cosas en todos estos 11 meses. Sólo hemos parado unos días en Navidad, una semanita, y el resto del tiempo hemos hecho asambleas, sentadas, concentraciones, manifestaciones, recogidas de firmas. Hemos enterrado la Constitución, nos hemos concentrado en repulsa a los incendios mucho antes del de las Fragas del Eume.
Hemos salido en bloque crítico y repartido octavillas a favor de la huelga y explicando los puntos más críticos de la reforma laboral. Hemos hecho una conferencia sobre la banca con un catedrático de economía… qué más???
Ah, este domingo convocamos a toda la población para que se levante del sofá y reclame una Sanidad pública y la derogación de la ley 15/97 que es la que legitima la entrada de capital privado en Sanidad.
Pregúntate no dónde está el 15-M, sino dónde caramba está la gente que no sale a la calle en masa. Que nosotros sí que seguimos ahí, pero no somos Dios para conseguir milagros.
Y en otras ciudades me resulta difícil saberlo si no es por internet, porque, insisto, no salimos en los medios usuales de información, que parece que es donde nos busca el señor González desde su sillón de Gas Natural.
En cuanto a la carta a los Reyes Magos que menciona su señoría… más cosas deberíamos de reclamar, es sólo un pequeño compendio de lo que necesita este país, y se resume fundamentalmente en : reforma fiscal, reforma de la ley electoral y democracia participativa, el resto viene rodado detrás.
Salcantay
/ 12 abril, 2012Pues dicho así, con tan bellas palabras, suena épico y enardecedor. Sin embargo, cabe otro punto de vista:
Aquello sólo fue una colección de eslóganes y pancartas, muy ingeniosas e imaginativas. Detrás de ellas, no había otra cosa más que buenas intenciones y un despiste total de lo que son los cauces para la modificación de la sociedad. Se insistió mucho en arengas despreciativas de «los políticos», así, en general. Como a quienes únicamente sensibilizaban aquellos eslóganes era a la gente de izquierda, «se enfadaron» mucho, se quedaron en casa… y vino Mariano. Ahora, enfadados de verdad, y con numerosos motivos, estamos de huelga y manifestación diaria. Como si eso sirviera de algo tras haber dado mayoría absoluta a los falangistas.
No tenemos arreglo.
Luis
/ 13 abril, 2012Pues a mí me parece que en las afirmaciones del seños Ros, aunque afirme él mismo afirme lo contrario, algo de verdad existe. Yo he formado parte del 15 M desde el inicio; colaborando activamente; asistiendo a todos los actos; tratando de organizar el asunto. En la Manifestación del, creo, 22 de julio en Madrid, vi fuerza, percibí el nacimiento de algo; me parecía entonces que se estaba engendrando algo más de lo que los mass media mostraban. Hoy tengo serias dudas.
Existen varias cosas con lo que jamás comulgué en las Asambleas del 15 M – esto no significa que no las respete naturalmente-.
1. Demasiada ambigüedad en lo referente a lo político y lo económico. He visto con mis propios ojos despreciar la colaboración de personas que poseen un bagaje y una experiencia en lo referente a cultura política que ninguno de los que se pretendían portavoces del 15 M – en el sitio en que yo vivo- tenían. La única matización que hago es, que, si no despreciando directamente, al menos, mirando con recelo.
2. Excesivo «hippismo», «mistismo» y «new age». Y lo digo con la boca bien ancha. El hippismo ha hecho y hace actualmente muchísmo daño a la izquierda: genera confusión y desorientación. Naturalmente este tipo de actitudes se han impuesto en algunos sitios y en otros no; soy consciente de ello.
3. También algo de autoritarismo. El método de los consensos como norma obligatoria conduce a que siempre se imponga la opinión de los cuatro «jefecillos» de turno. Ya sé que me contestaréis que, en el 15 M, había asambleas y tal y tal, pero, concededme al menos que no se ha conseguido anular el hecho del liderazgo -haberlo hecho sería poco menos que un milagro, claro-. Yo siempre he eschuchado hablar, prácticamente, a los mismos, y yo, me cuento entre ellos, lamentablemente. Lo he visto con mis propios ojos. No basta con que digamos a la gente: ¡¡colaborad!! Y si Lázaro no se levanta y anda, de súbito, pues la culpa es del pobre hombre, puesto que no nos sigue.
4. Ha sido un movimiento popular, relativamente, eso sí. No hemos conseguido el apoyo de las clases trabajadores en líneas generales. Puede que la simpatía sí, pero no el apoyo. No se ha sabido conectar con buena parte de los problemas que sufre la gente corriente día a día. Esto no sería ningún problema sino fuera porque era lo que se pretendía en principio.
Todo lo que he dicho pretende ser una crítica constructiva. Un saludo a todo el mundo.
ravachol
/ 13 abril, 2012totalmente de acuerdo con maria mariscal, yo añidiria tambien el tema judicial por que un pais serio necesitan jueces justos y honestos que persigan el fraude y la estafa que se lleva practicando desde siempre, si la transicion fue un engaño masivo, el sistema judicial ni siquiera paso una transicion.
si no empezamos a plantear el fin de la impunidad de politicos, banqueros grandes empresarios, consejeros y demas aves de rapiña y verdaderos comedores e hombres canibales capaces de acabar con quien sea, comerse a quien sea por conservarlos privilegios que los politicos les aseguran, legislatura tras legislatura, atraco tras atraco.
llevo un año en la calle y la gente te aborda como si fueses una empresa de servicios subersivos…..»pues no os vi cuando,……….» y «donde estan los indignados» ….y no somos superman, yo sonrio cuando lo escucho y trago saliba y me muerdo la lengua, pero mas de una vez me apetecio mandar a la mierda a mas e uno, que para enmascarar su miseria, pasibidad, derrrotismo….descargan en los demas su resposabilidad y su propia cobardia.
a mi hace tiempo que me la suda bastante, yo seguire haciendo lo que me dicte mi conciencia, y si logramos algo, entre todos, vivire con dignidad y orgullo el hecho de haber dejado un mundo mejor a los mios, y si no lo logramos, vivire con la misma dignidad y orgullo el haber peleado por defender lo que es nuestro.
abel harias mejor en dejar un rato de indignarte en el teclado y venirte a indignar a la plaza, que este invierno hizo mucho frio y se necesitaba mas calor humano del que hemos recibido………vale que la jodimos en algunas cosas, pero era demasiada gente cabreada desde hacia demasiado tiempo, y sin tener ni puta idea de como organizarse. si lo miras de ese modo quizas quizas puedas empezar pensar que tampoco lo hemos hecho tan mal.
un saludo.
José Ángel
/ 13 abril, 2012Abel, me gusta cómo escribes…de veras. Jesucristo dijo «LA VERDAD OS HARÁ LIBRES» y es cierto…LA VERDAD OS HARÁ LIBRES, PERO UN POCO MÁS TRISTES…
Políticamente simpatizo con la New Age, aunque a la base soy cristiano. Para mi tienen prioridad las ideas religiosas sobre las políticas y en eso no es que no transija yo, es que no transije el universo. El cosmos está gobernado por unas leyes inapelables.
Esotéricamente todo nombre tiene una firma energética, un Karma. Me llama la atención que te llames Abel en un país que se ha desangrado en una lucha entre hermanos, allá por el 36…siempre he pensado que deberíamos todos pasar página…
Cada vez que hay elecciones en España se reedita la guerra civil y unos son de un bando y otros de otro…en el 15M no había bandos…yo estuve en las manifas, en algunas y me acuerdo de eso de PSOE Y PP LA MISMA MIERDA ES
¿ahora qué pasa?
¿sabes lo que pasa ahora?
Si te dijera que agentes Iluminati del Poder Mundial están tratando de que volvamos en España a enfrentarnos entre hermanos…¿Pensarías que estoy completamente loco?
Lo que pasa es que vamos a un conflicto mucho mayor que una simple guerra civil, pero sólo se puede decir eso estando completamente loco…no sé qué hacer…¿Reirme de todo?
Te sigo.
José Ángel
Julio C. Piñeiro
/ 13 abril, 2012Salcantay, de nuevo, me parece una falta de respeto al trabajo y a la mentalidad del movimiento que afirmes tan osadamente que «hemos dado la mayoría absoluta a los falangistas».
Salcantay
/ 13 abril, 2012Julio C. Piñeiro: yo no he dicho tal cosa. Seguro que me he explicado mal y lo lamento. Quienes hemos dado la mayoría absoluta a quien gobierna, hemos sido los ciudadanos con nuestro voto. Más propiamente, aquellos que votaron al PP. Pero, cualquier actuación política tiene su repercusión. Un movimiento como el vuestro, aunque muchos no lo entendáis, es un movimiento político y, como tal, tiene consecuencias. Una de ellas es (fue, más bien) un revulsivo en las mentalidades de los ciudadanos, que tendemos a la resignación y al dejar hacer. Pero tuvo más. En mi opinión, que antes he tratado de expresar, se quedó en la enumeración de una larga lista de males de la democracia al uso, y un rechazo global a los cauces de participación existentes. En casi todo teníais razón. Pero no apuntasteis ni una solución para el cambio. Digo, solución susceptible de poner en práctica en este mundo imperfecto y mezquino en el que vivimos. De hecho, se excluía rotundamente de cualquier solución a los partidos políticos y, lo que es peor, a los políticos. Así que, el personal (de izquierda, claro) se entusiasmó con vuestros eslóganes, dejó de votar (o votó a partidos testimoniales) y salió Mariano. Ahora, cuando ese personal ve a lo que ha conducido su actitud, se lamenta cada día en la calle y hace huelga general. Está muy bien y quizá hayamos aprendido algo pero, entretanto, la realidad que vuestro movimiento no vio (o no quiso ver) es que estas sociedades democráticas, se rigen por la labor legislativa que ser realiza en el Parlamento. Y en ese Parlamento, hemos sentado a la derecha.
Para resumirlo, te diré una reflexión que me ha provocado la respuesta que da María Mariscal a Abel Ros:
Le hace una enumeración de manifestaciones, recogidas de firmas, reparto de octavillas, asambleas, concentraciones, etc., etc.
Mientras el 15-M estaba en esas actividades, el Parlamento ha hecho: una reforma laboral de derechas, una amnistía fiscal, una anulación de ayudas, unos recortes de derechos, y… lo que te rondaré.
Así es como funciona la democracia y el mundo real en el que vivimos. Si alguien inventa otra forma de cambio de la sociedad, que lo explique bien, que seguro que nos convence a algunos. Pero que no se limite a decirnos lo malos que son los bancos o lo esclerotizados que están los partidos políticos. Algunos ya lo sabemos hace mucho tiempo.
Un saludo.
Guillermo Casalderrey
/ 13 abril, 2012«rechazo global a los cauces de participación existentes»
No tengo ganas de buscar ahora comunicados oficiales pero la postura del 15M siempre fue de informar a la gente y de hecho se aconsejaba a todo el mundo que fuera a votar (que buscaran su opción política).
Yo de hecho personalmente voté al minoritario con más posibilidades de ganar (aritmética pura).
Pero no todo el mundo habría querido hacer algo así con lo cual la postura del 15M me pareció más que correcta.
«sentásteis a la derecha»
No sé si lo sabes, pero ya estaba la derecha sentada PP$OE.
Qué proponías? Qué ganara el PSOE? Si es así quizás deberías informarte un poco sobre pacto del euro, subida del iva, ley de 15/97 de privatización de la sanidad, y tantas cosas que ahora no me vienen todas a la cabeza…
El 15M consiguió reducir la fuerza del bipartidismo aunque nuestro maravilloso sistema electoral no lo refleje.
A ver si eso también va a ser culpa del 15M, veámos un poco más alla!
«Mientras el 15-M estaba en esas actividades, el Parlamento ha hecho: una reforma laboral de derechas, una amnistía fiscal, una anulación de ayudas, unos recortes de derechos, y…»
Y qué hacías tú mientras? Ver las noticias y criticar al 15M?
«vuestro movimiento»
No sé si te das cuenta pero «nuestro movimiento» defiende tus derechos,
en lugar de lugar de criticarlo desde fuera estaría bien que colaboraras desde dentro 😉
«algunos ya lo sabemos hace mucho tiempo»
Algunos tienen mucha soberbia.
Si lo sabes tu obligación moral es hacerlo saber a los que no lo saben.
Que viva España, país donde joder a los demás es un arte, aunque sean los que luchan por tus derechos.
Guillermo Casalderrey
/ 13 abril, 2012Y que haya menos repercusión en los medios del movimiento que al principio no es culpa de las personas que se movilizan sino de los que están fuera mirando para ellos como las vacas al tren.
Es la típica reacción de los que miran la tele esperando que otros defiendan sus derechos.
Casi siempre los que dicen «no hacéis nada» son los que no saben mirarse al espejo porque no han movido un pelo.
Julio C. Piñeiro
/ 13 abril, 2012Si hay menos repercusión mediática es porque, como he dicho, el cambio político (el encrudecimiento de la tiranía neoliberal, más bien) que deseaban las multinacionales y corporaciones, CEOE y demás (quienes precisamente poseen los mass media, sus herramientas de control y propaganda, y por tanto, marcan la agenda mediática según les convenga), ya se ha producido. Ahora no les interesa decir que estamos todavía peor y que la gente ya está hasta los huevos del nuevo gobierno en apenas 3 meses. Ups, por decir esto ya puedo ir al talego,…
Salcantay
/ 13 abril, 2012Hola Guillermo. En primer lugar, mi interés en este (y en casi todos) los debates, está en los argumentos y no en las motivaciones personales. Por eso, no te diré dónde estaba yo, ni te lo preguntaré a tí. Si buscas mis contradicciones, seguro que las encontrarás, pero sería demasiado aburrido discutir sobre eso, al menos por la parte que me toca. No siento ninguna animadversión hacia ti, ni hacia nadie del 15-M. Así que, seguir por ahí, es perder el tiempo.
Yendo a algo más concreto:
Yo sí tengo ganas de recordar las actuaciones del 15-M. Tuve bastante interés en ellas y empleé bastante tiempo en seguirlas y en debatirlas. Fue cosa bastante difícil porque, el propio movimiento, rechaza cualquier portavocía. A pesar de todo, se delegó en algunas personas una representación puntual para algunos debates (en la 2 y en 59 segundos, que yo recuerde). En esos debates y en cualquiera de los actos o asambleas, se informaba a la gente, como tú dices. Pero no siempre se animaba a votar. Entre los eslóganes, uno que hizo fortuna fue «No nos representan». Otra «idea fuerza» era la de que «No se acuerdan de nosotros salvo en las elecciones» (o algo así). Ésta era la «información» que se transmitía. Igual que un rechazo generalizado a la clase política que, lamentablemente, ha hecho fortuna. Y a la Banca, y a los llamados «mercados», etc. Esa «información», como tú la llamas, es cierta pero, dicha así, en bruto, lo único que hace es entusiasmar a quienes no les gusta utilizar demasiado la cabeza para pensar y prefieren los eslóganes al debate, las pancartas a la reflexión, y el cabreo y la indignación, a la estrategia reformadora.
Así, ha calado ya en la sociedad que:
– La corrupción es una cosa de los políticos.
– La avaricia y la especulación, de los bancos.
– Los mercados son unos señores con chistera que se reúnen para debatir cómo nos asfixian.
Etc.
A mí, me hubiera gustado más que se profundizara un poco en que:
– La corrupción surge en los políticos porque está en nuestra sociedad, desde los tiempos del Lazarillo. Todos estamos oyendo estos días las cifras de la economía sumergida. Todos sabemos cómo hace la declaración de hacienda la mayoría de nuestros compatriotas, «empezándola por lo que queremos pagar». Todos hemos conocido los grupos de «ahorradores» a quienes ofrecieron duros a cuatro pesetas y no se molestaron en atender las informaciones de los organismos oficiales que advertían de que eso no era trigo limpio (Nueva Rumasa, Primas Únicas, Fórum Filatélico… etc.) Pero todos nos fijamos en Camps y nos rasgamos las vestiduras. Tenemos razón en la crítica, pero no en el escandalizamiento, al menos si pagamos sin factura o en negro.
– El banco es lo que es, y Marx lo dejó muy claro. Pero, los bancos cuyas operaciones carecen del componente especulativo, que los hay, languidecen mientras nosotros ponemos nuestros ahorros, o nuestra nómina y nuestros recibos, en el que nos da mayor interés o nos regala una cubertería.
– Los mercados, lo que hacen es negociar con el dinero que tenemos en nuestras cuentas, nuestros depósitos bancarios o nuestros planes de pensiones. Cuando los contratamos, elegimos el tipo de riesgo, entre los que nos ofrecen. A mayor riesgo, mayor beneficio. Si elegimos mayor interés, nuestro banco comprará deuda de un país o de otro. Quizá compre la de España cuando la venden a precio de saldo en Wall Street, para volverla a comprar al día siguiente. En la operación, unos pocos se habrán forrado y nuestro banco nos habrá podido mantener el interés pactado. Pero, eso sí, seguiremos criticando a los mercados.
En fin, amigo Guillermo, que las cosas son algo más complicadas que, por ejemplo: «No es una crisis, es una estafa».
Respecto al PSOE y las cosas que le atribuyes, tienes razón en hacerlo. Pero todos debemos informarnos, incluso tú, que me tratas de soberbio. Podrías empezar por darte cuenta de que estás en el lado del sol y el calor de esta sociedad. Que, a pesar de la crisis, la sociedad capitalista occidental, nos está favoreciendo enormemente, en perjuicio del resto. Que con el valor del ordenador que tú y yo estamos empleando ahora, se solucionaría el presupuesto de varios meses de alguna aldea africana. El PSOE es la socialdemocracia, que no la derecha. Esa socialdemocracia, desde luego, transige (igual que tú) con una organización canallesca de la sociedad, que consagra la ley del más fuerte (nosotros, aunque no lo creas).
La alternativa a eso, no es la pancarta, sino la revolución. No es el rechazo a «los políticos» y «los mercados», sino el cambio profundo y (probablemente) traumático de la organización social. ¿Quién ofrece eso hoy día? El PSOE no, desde luego. ¿El 15-M sí?
Insisto: que me señalen «cauces reales de participación» y quizá me apunte. Aunque, probablemente, me exigirán un riesgo y una pérdida de privilegios que no me interesará. Me descubro ante quienes sí se apunten, pero, entretanto, seguiré votando al PSOE, si no te importa. Ahora bien, quien crea que está en el lado de enfrente porque corea eslóganes, que no se engañe: mientras siga rechazando lo que hay, sin más, está dando bazas a la derecha.
Con la mejor intención, desde luego.
Un saludo cordial.
Luis
/ 13 abril, 2012Mira Guillermo:
Muchas personas nos estábamos moviendo mucho antes de que el 15 M se pusiera en marcha. Estratégicamente ha servido para subir al PP al poder, eso es innegable. Ha sido un error. Aunque, claro, bien visto, ese error podría convertirse en gran acierto si se consigue presionar para que el PSOE oriente sus políticas más hacia la izquierda. No me vengas con el Pacto del Euro, ni con la Reforma la Laboral que yo te podría decir cincueta cosas más que ha hecho el PSOE de acuerdo con una tónica neoliberal y guerrerista, como por ejemplo, habilitar la base de Rota para que forme parte del escudo antimisiles etc… ¿Alguien de este foro recuerda a Jose Manuel Campa?
Lo que nos interesa no es el Psoe en sí, sino sus votantes. El tema de la historia del Psoe y las ideas que puedan inspirar a las cúpulas dirigentes dan para otro debate. Pero, los votantes, son, básicamente y en buena medida, todos aquellos que salieron beneficiados de las políticas socialdemócratas que se aplicaron después de la Transición-también algún franquista reconvertido-, debido, naturalmente, a la presión y las luchas de los movimientos obreros; en ningún caso se debe a la aparición de la virgen María o del Oso yogui.
Queda claro que, elegir entre las políticas que estaba haciendo el Psoe, y, entre las que viene haciendo el PP, es elegir entre morir poco a poco y con sedantes, o morir a base de porrazos; pero morir al fin y al cabo. Lo que se nos viene encima es un posible auge del fascismo y la desaparición de la socialdemocracia definitivamente, y no quiero ser agorero. Por tanto, el tema principal, desde mi modesto punto de vista, debería ser cómo reconstruir un bloque de izquierdas fuerte y vigoroso e intentar frenar el proceso de atomización y sectarización que sufre la izquierda. Soy escéptico sobre si el 15 M puede aportar algo en este sentido, algo que no sea más que sectarización y grupúsculos reunidos en torno a un libro sagrado, atucomplacientes y egocéntricos, eso sí. ¿Será útil el 15 para aumentar la correlación de fuerzas que hoy tanto desfavorece a las izquierdas? Reconozco – y no se me juzgue mal- que, el tema de ver a personas descalzas y con el signo de la paz pintarrajeado en la cara – a lo John Lenon-, deambulando arriba y abajo por el centro de Madrid, me pone enfermo del hígado. ¡Un poco de seriedad por favor!
Pondré un ejemplo. De entre los muchos errores que ha cometido el 15 M – que han sido muchos y muy variados- ha sido el criticar a los sindicatos antes de la Huelga General. <> Los foros han trinado contra los sindicatos, internet hervía de insultos y de mamonadas en contra de los sindicatos. A más de algún miembro del 15 M le he llamado la atención al respecto. A lo único que han contribuido es a aumentar el aura de negatividad que cubre todo lo relacionado con lo sindical. Tu no puede empezar antes de una Huelga General ha decir a diestro y siniestro que los sindicatos son unos vendidos. Primero, porque le haces el juego a Intereconomía y a todos los medios de la derecha en su campaña radical contra los sindicatos. Segundo, porque dentro de todos los sindicatos hay de todo; dentro de CCOO no todo el mundo comulga con lo que hacen los que mandan y eso es evidente. Tercero, porque las personas que nos dejamos la piel día a día en los sindicatos y las pasamos muy jodidas en las empresas defendiendo a los trabajdores nos sentimos insultados, ¿está claro? ¿O es que el 15 M pretende suplir la función de los sindicatos? ¿A caso considera el 15 M positivo que los sindicatos mayoritarios desapareczcan en tanto que estructura? Pues en muchas la llevamos clara, si desaparecen. Porque ni el 15 M ni nadie más, de muy seguro digo esto, van a colaborar en nuestras luchas del día a día. Es de una irresponsabilidad tremenda criticar a los sindicatos antes de una Huelga General. Y no me vengas con la cantinela de vendidos y todo eso, que ya me la sé de sobra. Es muy triste ver a gente muy joven de tendencias de izquierdas, desconfiando y mirando con tanto recelo a los sindicatos. Que te quede bien claro que el día que tengas problemas, sólo estarán los sindicatos para defenderte. Si no te gusta cómo son, ve allí, te afilias y pegas un puñetazo encima de la mesa. Pero, sin nisiquiera colaborar y afiliarse…
Julio C. Piñeiro
/ 13 abril, 2012Ahí no me cabe otra que discrepar, Luis. Al igual que no se ataca a todos los partidos, sino a esa oligarquía bipartidista y afines que han vendido la soberanía de los Estados a una gran dictadura neoliberal global, no se ha atacado a todos los sindicatos, sino a ese otro «bipartidismo» sindical (CC.OO., UGT) que convoca la huelga contra un sistema del que forma parte, del que se nutre y del que se lucran sus altas esferas. No puede ser que el protector de las ovejas pertenezca a la familia de los lobos, pues es así. Y se ha apoyado la huelga como arma, pero no a sus mayores voceros (te recuerdo que la huelga fue primero convocada por sindicatos regionales más independientes en ciertas regiones, como Galicia con la CIG). Si andamos a decir que hay que apoyar a los «burócratas de la lucha social» ciegamente sólo porque sí, enseguida volveremos al debate que nos ha entumecido el pensamiento político durante tanto tiempo: que la cuestión está entre dos fuerzas opuestas aparentes, que en la curda realidad, no son más que dos caras de una misma moneda en manos de la oligarquía financiera. El 15M ha conseguido generalizar el rechazo a esa pantomima, que cada vez más gente se de cuenta de que la lucha no es entre lados, colores y chapitas. Y sinceramente, eso es fundamental.
Luis
/ 13 abril, 2012Mira Julio, con todos mis respetos te digo que no cabe simplificar las cosas tanto. En lo que tu llamas burocracia sindical, caben muchos tipo de personas y de actitudes. Los primeros que hemos criticado el «bipartidismo sindical» somos muchos de los afiliados y colobaradores del sindicato. Tampoco te digo que nos miren bien dentro de éstos, pero eso es otro tema. El promblema principal, es, yo creo, más complejo, y tiene que ver, como tú bien sabrás, con la ruptura de esa especie de Pacto social que se generó al finalizar la Transición. No se puede atribuir la culpa de todos los males que padece las clases trabajadoreas y populares a los sindicatos. Eso es injusto. Hay que poner las cosas en su sitio. Muchas cosas se han hecho mal, pero, claro, es que resulta que las derechas nos ganaron la mano en la Transición, por los motivos que sean. Conozco perfectamente que en Euskadi, por ejemplo, ya se han hecho varias Huelgas Generales, pero, extrapolar desde Euskadi hasta Valencia, que es dónde yo viso, es, cuando menos, peligroso. El aburguesamientos, adormecimiento o alienación de las clases populares, no es únicamente culpa de los sindicatos, obedece a dinámicas más profundas -aunque, naturalmente estos tamibén tengan parte de culpa-. Mira en que situación se encuentran la CNT y la CGT, ¿crees de veras que hubiera sido inteligente mantener un enfrentamiento de tú a tú continuado durante treinta años? ¿Crees que eso es posible? Lo único que quiero decir es que hay que tener en cuenta muchos factores, no sólo a las burocracias sindicales. No se puede atribuir todo a «están vendidos», entre otras cosas porque este razonamiento es una pura falacia.
Un saludo
Opi
/ 13 abril, 2012Lo del 15M fue muy bonito mientras existió, y yo creo que el iniciador o iniciadores de ésto fueron gentes de derechas, porque a lo único que nos llevó es a darle la mayoría absoluta que tienen ahora éstos depravados del pp, ya conseguido lo que querían se han olvidado de todos los problemas que tiene España y ahora a denostar a los que quedan que son pocos y esos sí son de izquierdas. No veo yo a los jóvenes que salían día sí y día también diciendo que querían una democrácia real ya, ¿donde están esos chavales que hablaban en TV y radio y que no eran de ningún signo político?, yo os lo voy a decir, están en las filas del pp mamando del bote, lo que querían es lo que han conseguido con nuestra colaboración, sino no se entiende que con lo que está cayendo con éste gobierno nefasto, no salgan a la calle y se manifiesten, nos han tomado el pelo a muchísimas gentes que creímos en ellos y nos la han metido doblada, no ha podido ser más perjudicial para éste país porque como siempre pasa, la izquierda es más justa que la derecha, que aunque vean que están robándonos y haciendo lo que les da la gana, nunca les defraudan y van a votar aunque sea con la nariz tapada, eso es lo que ha pasado el 22N y así estamos ahora, a ver si los del 15M que ahora están tan calladitos pueden arreglar el descosido que le han hecho a España y los españoles, yo estoy indignadísima con ellos.
Julio C. Piñeiro
/ 13 abril, 2012Opi, ¿de verdad te llegas a creer eso, justo cuando los que gritábamos y seguimos gritando en la calle se nos va a considerar criminales? Y seguimos hablando en la calle, sólo que ahora a la TV y radio no les interesa darnos cancha. De verdad, me reviente que no haya más miras que la dicotomía PP-PSOE, que en realidad es una pantomima. ¿Serían las cosas diferentes con mayoría relativa del PP, o con victoria in extremis del PSOE? NO. Que sepas que, en datos reales, el PP tuvo pocos más votos para esta mayoría absoluta de los que tuvo en 2008, cuando perdió. Si no eres capaz de ver más allá de las engañosas estadísticas absolutas, las únicas que interesan a los mass media, pues entonces aún te queda un largo recorrido cognitivo, con todos los respetos.
Luis, yo si estoy dentro de una organización cuyo funcionamiento detesto, pues cojo y me voy. Lo contrario me convierte en un cínico o un mercenario. Claro que los sindicatos no son culpables de la regresión en materia de derechos laborales, pero sin duda son cómplices, en el momento que estrechan la mano con la CEOE dándole su bendición para la sangría normativa.
Luis
/ 13 abril, 2012¿Cínicos o mercenarios? Bueno, lo que me faltaba oír. Pareces no haber entendido que dentro de todas las fuerzas sindicales existen corrientes, y que no todo el mundo está de acuerdo con lo que deciden los que mandan. Tú detestas la organización de los sindicatos; por eso coges y te vas: no particpas. No obstante, pudiera ser que, fuera todavía más detestable, la ausencia de sindicatos. No se puede admitir el hecho de que, sino piensan como yo quiero, o hacen lo que yo quiero, cojo y me voy. ¿Por qué?
1. En el mundo no estás tú sólo, por lo que estás condenado a entenderte con los demás. Eso es en cierta medida lo que hacemos en los sindicatos. Entendernos con otros que son como nosotros -trabajadores- para ver si entre todos podemos defendernos.
2. Quizá no se te ha ocurrido pensar en que muchos de los detestables pactos se producen debido a un contexto en el que existe una creciente y rampante debilidad sindical. Pudiera ser que muchas cosas se pactaran teniendo que taparse la nariz. Y tú dirás » pero eso es porque están vendidos «.
3. Si desechas a todos y a todo aquello que no enacaja con tu concepción dogmática de las cosas, te quedas más sólo » la una» como suele decirse. A nivel del día a día los sindicatos está haciendo mucho bien, conteniendo, como pueden, los abusos de las empresas. Y te lo digo por experiencia propia. Puedes poner un stándar revolucionario todo lo alto que quieras, pero te darás de bruces en él. No me gusta entrar en mi vida personal, no obstante la pondré como ejemplo:
Yo soy trabajaro agrícola, ¿ok? Hace diez año se trabajaba a destajo -que es lo peor que existe para los trabajadores- pero, se ganaba algo de dinero. Bien. Entonces, íbamos junto con compañeros de la CNT e intentábamos repartir el Convenio – estarás de acuerdo conmigo que es algo positivo, no?-. Lo mejor era la respuesta de los compañeros: » los Convenios son una mierda y no sirven para nada. Tomaban la hoja, la hacían una bola y la lanzaban. Y se reían, sí: «Yo sólo quiero ganar, ganar dinero, a la mierda los convenios «. Claro, es que entonces, ganábamos algún durito y tal, pero muchos ya se dieron cuenta de la que se avecinaba. Y con mucha paciencia intentábamos hacer saber a los compañero cuáles eran las ventajas de trabajar a jornal, y los Derechos que iban a ganar, y lo que podían perder en un futuro no muy lejano, si la voluntad de la empresa cambiaba.
Porque a destajo haces, sencillamente, lo que la empresa quiere, por lo menos en el campo. A todo esto hay que sumarle enfrenteamientos incesantes con la empresa durante más de diez años, por todo tipo de razones, desde que te robaran dinero de la nómina, hasta toda clase de putadas que te puedas imaginar. Pues todo esto se ha podido parar, en cierta medida, porque existían los sindicatos. Así de claro. Desde luego, que me puedes contar lo que quieras, pero sin la existencia de sindicatos estas cosas seguro que no se frenan. Deberíamos todos de reflexionar, ¿sabes? Porque el dinero es muy goloso, y mucha gente, mientras le va bien y gana, se olvidadn de los sindicatos, y tú dirás «ellos lo han promovido». Se olvidan, y después, pretenden que los sindicatos saquen una varita mágica y arreglen los problemas en los se meten – o que nos sobrevienen-. Pues va a ser que no. Entonces en lugar de coger e irte, te unes con la que gente que piensa como tú, y que actúa sinceramente dentro del sindicato de modo legal -esto no quita que yo reconozca que hay muchos mangantes- y tratas de pegar un puñetazo en la mesa y de reorientar la política del sindicato, porque entiendes que lo que menos te beneficia es que desaparezca y que las empresas hagan y deshagan a su antojo, porque entonces sí que estamos arreglados.
3. En España la sociedad es eminentemente convervadora, vote aquí o allá. Nos han enseñado desde hace años que los sindicatos son el demonio. Y así nos va. Seguramente todos esto es producto de cuarenta años de dictadura y de lo mal que hicimos las cosas.
4. Las manos abieras a la CEOE no se las han dejado los sindicatos sino las derechas, que, desgraciademente, acaparan un enorme poder en España. El neoliberalismo económico no lo propagan los sindicatos sino más bien la patronal junto con la banca y los mass media. Si a todo ello le sumamos el ejército y la Iglesia, ya podemos ver quiénes acaparan el poder y la riqueza y qué pretenden.
5. En lugar de meterse tanto con los sindicato hagamos una pirueta y metámonos con la patronal. Pero quizá tú eres de los que, como los sindicatos no se ajustan a mis parámetros, yo no hago la huelga porque han «llegado tarde». Venga que esa historia ya es muy antigua, sea lo que sea con tal de justificarse y no hacer huelga. Todos son vendidos menos yo. A ver si las cosas van quedando claras porque yo llevo años en CCOO y nunca he visto un duro, todo lo que he ganado han sido problemas con la empresa y con la gente que piensa como tú. Pero no, nosotros somos los mercenarios, ¡hay que joderse!
Ada
/ 13 abril, 2012El objetivo del 15M no es decirle a la gente lo que tiene qué hacer, nuestro objetivo es despertar conciencias e intentar que la gente luche por sí misma. Una de las frases «famosas» del 15M también es: «El cambio empieza por uno mismo». Cuando la gente «despierte» entonces podrán empezar a cambiar las cosas.
Se nos echa la culpa de que haya ganado el PP, como dijo Julio, el PP ha sacado mayoría absoluta con pocos votos más que cuando perdió en el 2008; nosotros no tenemos la culpa, la culpa la tiene la ley electoral que es totalmente injusta y que hemos intentado que se cambie desde el primer día.
Opi, el 15M sigue existiendo, que no nos hagan caso los medios es otra. Y yo no soy apolítica, soy apartidista, que no es lo mismo. Y nos hemos dejado muchas horas y hemos tenido que aguantar los insultos, calumnias y malas caras de mucha gente, esa misma gente que debería estar con nosotros luchando por lo suyo y lo de todos, para que ahora nos vengas acusando de estar chupando del vote del PP, ese mismo PP que nos está hundiendo y dejando sin derechos.
Parece que el 15M sólo se sabe quejar y no aporta soluciones. Nosotros hemos organizado charlas y publicado artículos, en nuestra web y en nuestro pequeño periódico, donde se han aportado alternativas a las acciones del gobierno. Evidentemente no tenemos una varita mágica para arreglar las cosas, ojalá, somos ciudadanos normales con problemas como los de cualquiera.
Luis respeto tu lucha, y creo que los sindicatos son necesarios, pero sinceramente creo que a las cúpulas los obreros les importamos muy poco, por eso es necesario que despierten y vuelvan a hacer caso a las bases.
Para ir terminando, puntualizar, porque a veces parece que se olvida, que los que estamos en el 15M estamos de forma voluntaria trabajando por conseguir una sociedad mejor, no cobramos un sueldo, por eso me parece increíble que a veces se nos exijan cosas que no se les exigen ni a los políticos, que sí cobran. Criticas constructivas vale, pero machacar y exigir desde el sofá sí que no.
Por último, destacar que me da mucha pena que estemos tan separados. Unidos seríamos imparables.
Luis
/ 13 abril, 2012Totalmente de acuerdo contigo. En eso estamos peleando Ada. Dentro de los mismo sindicatos mucha gente opina esto mismo. Yo he tenido ocasión de hablar con viejos sindicalistas, de los que participan en los Congresos Confederales y todo eso, y siempre les digo lo mismo, nunca me ha vacilado el pulso: ¿cómo es posible que una persona como Fidalgo llegara a dirigir CCOO? ¿Por qué tanta negociación? Habrá que plantarse alguna vez. Y siempre responden lo mismo: no tenemos fuerza, la gente no nos apoya, hacemos lo que podemos, etc… Y algo de razón llevan, aunque no totalmente. Han sido años muy difíciles para todo el mundo Ada, también para los sindicatos. Las derechas han presionado mucho y tienen mucha fuerza. Durante la burbuja inmobiliaria se ensayó lo que vendría a ser ahora el modelo de subcontratas combinado con el destajo y ha sido demoledor. Mira te hablo sinceramente, nos han ganado la batalla por los valores. La ideología neoliberal ha impregnado hasta a los más pobres y miserables. Los sindicatos tienen su parte de culpa, pero no toda. Desde hace muchos años en las empresas a muchos sindicalistas nos miran muy pero que muy mal, y no es porque nos achaquen el haber traicionado a la clase obrera – estas cosas las piensa una minoría más ilustrada-, es, porque como me han dicho muchos compañeros de trabajo, somos unos rojos; los convenios son una mierda; váis a arruinar a las empresas putos sindicalistas; y así hasta el infinito… Triste pero cierto. Yo también soy y he sido miembro del 15 M, pero lo que no me parece correcto lo digo, porque hay más realidades de lucha que la del 15 M. No se puede acaparar todo. Un saludo fraternal.
Salcantay
/ 13 abril, 2012Al movimiento 15-M, efectivamente, no se le puede acusar de intereses materiales ni ocultos. Es cierto que su labor ha sido encomiable, al despertar conciencias y movilizar a la sociedad. Pero, ahí ha quedado todo, en un romanticismo que gusta contemplar y que, desgraciadamente, confunde a muchas personas bienintencionadas, debido a la extrema superficialidad en la que está sumida nuestra sociedad, que se cuestiona pocas cosas.
El romanticismo y el ingenio son una imprescindible base sobre la que asentar unos ideales que llevar a la práctica. Ahora bien, si nos quedamos sólo en esa base, no llegaremos lejos. Cuando se decía «democracia real» yo me cansé de pedir que me señalaran un ejemplo donde contemplarla, pero nadie lo hizo. El mundo real, no es un lugar romántico, sino ruin. En él, existen las estructuras sociales y los círculos de poder. Y todo eso no funciona de una forma muy edificante, ciertamente. Pero nadie ignora que eso es así. Lo que hace falta, después de denunciarlo, es ofrecer mecanismos reales, del mundo real, con los que cambiarlos. Ya sé que los partidos políticos y los sindicatos no son lo que nos gustaría pero, ¿alguien conoce alguna otra forma (experimentada y probada, no sólo imaginada en un sueño poético) que produzca resultados?
Cuando se dice que los partidos y los sindicatos sólo se acuerdan de nosotros en las elecciones, se miente. Ambas entidades están esperando a que nos afiliemos y participemos en la elaboración y el debate de los cambios a realizar en la sociedad. Como ya se ha dicho, ahí es donde hay que llevar las utopías, para poder convertirlas en realidades. En las pancartas quedan muy bien, pero no hacen otra cosa.
Y, si eso lo consideramos inoperante, ¿quién ofrece otra alternativa?
Claro que el PP no ha sacado muchos más votos. Precisamente, ésa es la cuestión, que mucha gente de izquierda, o no votó, o votó a cosas tan exóticas como UPyD.
Y no hay que culpar a los medios de ninguna confabulación que oculte la realidad. Los medios hablan de lo que tiene entidad en la calle. Lo que pasa es que cada uno lo cuenta según le interesa. Intersodomía, habló de las concentraciones del 15-M, naturalmente, aunque lo hizo inventándose a los entrevistados, como todos pudimos ver. Si alguien creéis que el movimiento 15-M está en el mismo estado de salud que entonces, pero no se ve porque alguien lo oculta, estáis engañándoos con mucha eficacia.
Organizar charlas, publicar artículos, aportar alternativas, no es ofrecer soluciones. Es enumerar los problemas. Para empezar, nadie sabe quién es el 15-M ni quién lo personifica. Si se elige el anonimato, no hay que renegar luego de las consecuencias.
En política a nadie se le piden varitas mágicas, sino capacidad ejecutiva. La mejor muestra de esto la tenéis en el PP. Como todos pudimos ver, sólo ofrecía «soluciones» que eran humo y que no resistían el menor debate. Quien las defendía, Rajoy, sólo hacía el ridículo con sus vaguedades, sus cuadraturas del círculo y sus «depende». Ellos tampoco tenían varita mágica, pero sí ofrecieron una entidad política. Y ahí están sus resultados, basados en engañar al personal.
Así que, si el 15-M que denunciaba las verdades del barquero y que movilizó a gran parte de la sociedad, hubiera constituido una entidad política en la que enrolarse, con un elaborado plan de reforma de la sociedad, por la vía de la democracia parlamentaria, ¿hasta dónde hubiera llegado?
Pero no hizo eso. Negó todo lo existente denunciando todo lo malo que tiene el sistema. Pocas cosas de las que denunció las ignorábamos. Negó la representatividad de los políticos, del sistema electoral, de los sindicatos, de la banca, del sistema capitalista… Todo en el mismo lote y sin decir qué debía sustituirlo y con qué herramientas o por qué cauces había que hacerlo.
Y los resultados están a la vista. Muchos de los que quedaron convencidos por esa prédica, se quedaron en casa. A los que los convenció Mariano sí fueron a votar, como siempre.
¿Quiere decir esto que el 15-M tiene la culpa de la mayoría del PP? Que cada uno saque su propia conclusión.
Guillermo Casalderrey
/ 14 abril, 2012«En fin, amigo Guillermo, que las cosas son algo más complicadas que, por ejemplo: No es una crisis, es una estafa”
Desde luego, pero es muy largo para poner en una pancarta.
Y en toda movilización o manifestación se lee un comunicado donde se dice mucho más de lo que está en las pancartas. No te quedes solo con los titulares.
«El PSOE es la socialdemocracia, que no la derecha.»
Espero que estés de broma, es calcada la misma política económica que el PP y por cierto cómplice de la burbuja inmobiliaria que no hizo nada por frenarla. Solo es izquierda de maquillaje: matrimonio gay y cosas así.
«seguiré votando al PSOE, si no te importa»
Vamos que no sufriste suficiente con la pedazo crisis que se acentuó con el pésimo mandato del PSOE,
un poco masoquista eres eh?
Ahora encaja tu discurso de quitar hierro a que nos metamos con los mercados.
Como el PSOE indultando a banqueros corruptos, sus amiguitos…
Total solo son los responsables de la crisis, han arrasado ahora con Grecia y seremos el siguiente plato,,,
debe ser que no has tenido bastante con los años de crisis que llevamos…
«el 15M está dando bazas a la derecha»
Pero a ver cuando te enteras, no has notado que el PP hace exactamente lo mismo que hacía el PSOE?
No te resulta ni un poquito raro que el PP haga exáctamente lo mismo que hacía el PSOE a pesar de criticarlo antes?
No te choca ni un poquito? No te choca que no haya cambio?
No será que siempre ha estado la derecha en el poder? No será que el PP$OE son las dos caras de una misma moneda para tenerte entretenido con la sensación de que haces algo votando a uno en lugar de otro?
Despierta, que yo en su tiempo también voté el PSOE, me engañaron como a un mono, no sabes cuanto me arrepiento de haberles votado una vez, después chupamos los peores años de crisis hasta entonces.
«atucomplacientes y egocéntricos» (refiriéndose al 15M)
Vaya, quienes van a hablar de egos, qué curioso…
No sé si lo habéis entendido pero el 15M no se trata de que yo quede aquí bien diciéndoos un montón de cositas que demuestran lo comprometido que estoy, se trata de hacer que la gente olvide sus diferencias y sobre todo SU EGO y que todo el mundo luche juntos.
Y qué me encuentro aquí?
Unos tíos que creen que la revolución no es lo suficientemente buena para ellos y ya está.
Pensáis que puede aportaros a el movimiento en lugar de pensar qué podéis aportarle vosotros.
Pensad un poco sobre ello, habláis de izquierda dividida…
«Reconozco que el tema de ver a personas descalzas y con el signo de la paz pintarrajeado en la cara – a lo John Lenon-, deambulando arriba y abajo por el centro de Madrid, me pone enfermo del hígado.»
Pues háztelo mirar porque ha sido una de las personas más influyentes en su momento, alguien que luchó por la paz y la justicia, algo que hoy en día muchos no entienden. Algunos han interiorizado que las guerras son necesarias.
Y han conseguido programar bien a mucha gente para que rehuyan de pacifismo ridiculizando su imagen en cientos de películas. En un mundo, donde sabemos que todas las guerras son mentiras, casi siempre de falsa bandera o con unos medios que nos intentan hacer parecer a los oprimidos opresores así nos va, que nos molestan los pacifistas….
Te agradezco que compartas con nosotros tu experiencia sobre los sindicatos. Yo puedo decirte que he acudido a todas las movilizaciones que han convocado en mi ciudad. El 15M estará allí donde se defiendan los derechos de los trabajadores. Y allí les gritaba: huelga general indefinida y esta reforma no se negocia.
Nosotros sabemos que los sindicatos han hecho muchas cosas bien y que hay mucha gente ahí a la que se le debe mucho y de hecho muchos de ellos colaboran con nosotros pero eso no quita que critiquemos también los errores sobre todo en sus cúpulas, tal y como te han explicado mis compañeros, y queremos que los sindicatos también despierten.
Poco a poco el mundo entero empieza a tener conciencia, porque estamos en unos momentos en los que cada vez es más manifiesto que las oligarquías nos dominan y no les importamos nada y no vacilarán en aplastar nuestros derechos y usarnos como mano esclava y educarnos como si fuéramos su granja humana.
Ya está bien de vivir ajenos a esto, ya está bien de creerse lo que te dice la tele, es la hora de que cada persona tenga dignidad, decida hacer lo correcto, se convierta en el cambio que quiere ver en el mundo, en lugar de achacar a otros que no lo sean.
Y esto podemos hacerlo juntos.
Guillermo Casalderrey
/ 14 abril, 2012Y lo haremos
Salcantay
/ 14 abril, 2012Pues Guillermo, explicas mucho mejor que yo la mecánica de actuación del movimiento 15-M. No das ni un solo argumento a esos entrecomillados que sacas de mi respuesta. Intenta hacerlo y sabremos tu opinión. Pero, aunque lo hicieras, no es eso lo que yo os reclamo. Lo verdaderamente importante, no es que digas en qué nos equivocamos los que pensamos que la sociedad se cambia legislando, lo importante es cómo crees tú que hay que cambiarla.
Dices que en una pancarta no cabe una respuesta larga. Pues claro que no cabe. Es que no es una respuesta en una sábana lo que yo os pido. Si «No es una crisis, sino una estafa», lo que tienes que hacer no es denunciarlo (sólamente). ¿Es que te crees que sólo vosotros os habéis dado cuenta? Inside Job (y mil informes más) lo han hecho ya muy bien y muchos nos hemos enterado. Lo que debe hacer un movimiento político es diseñar y proponer una organización de la sociedad en la que podamos prescindir de la Banca y seguir funcionando. Después, ofrecernos a personas capaces de llevar a cabo el cambio necesario y que estén dispuestas a trabajar en ello, en un parlamento democrático, legislando al efecto. Ésa es la única manera de cambiar la sociedad. No sé ya cómo decírtelo para que lo entiendas o, al menos, para digas dónde está el error de ese sistema y dónde la alternativa para conseguir el mismo resultado.
Pero no, prefieres (preferís) quedaros en lo fácil, en el eslogan, en la frase repetida y no debatida. Por ejemplo, que la política del PSOE es la misma que la del PP. Mi ideal de una sociedad justa no es exactamente el del PSOE. Sin embargo, si tú dices que es la misma política económica debe de ser que durante estos 100 días pasados estabas en una tienda de campaña en alguna plaza concentrado, y no tenías televisión ni periódicos. Díselo a los que se han echado a la calle a protestar. Díselo a quienes ya les está afectando la reforma laboral. O a los que esperaban beneficiarse de la Ley de Dependencia.
Sobre lo de los mercados, no has entendido nada. No estoy quitando hierro. Ni tampoco lo estoy haciendo con la Banca. Lo que estoy diciendo es que mientras protestas por la labor de esos fenómenos de la sociedad capitalista, no te enteras de que te están beneficiando y de que formas parte del problema y no de la solución. Que los mercados son la esencia del funcionamiento del sistema capitalista y que, todos aquellos que tenemos relación con los bancos por tener una nómina y unos pagos domiciliados, formamos también parte de ese sistema. Naturalmente, no en el mismo plano que Botín. Pero, todos quienes tienen un plazo fijo, un sistema de pensiones o un crédito, se benefician del tejemaneje de la compra y venta de valores en la bolsa internacional y en las subastas de Deuda Pública de los países. Entre ellos Grecia, Portugal y España, que las estamos pasando canutas. Así que, si bien es cierto que son los responsables de la crisis, como dices, si quitas un poco los ojos de la pancarta, verás que todo es un poco más complicado que el eslogan que has pintado en ella y que un poco de información y de autocrítica viene muy bien. Verás que, como ya te he dicho antes, somos los beneficiados del sistema y no los perjudicados, aunque no seamos los que más beneficio obtenemos. La mayor reivindicación que ahora se hace a la banca, es que «fluya el crédito», para que podamos seguir cambiando el coche y el televisor de plasma. O sea, para seguir con la espiral del consumo. Si eso ocurriera, el 15-M se volvería a donde estaba en los primeros años tras el 2.000: a la nada. ¿Cuándo empezaste a darte cuenta de lo malísimos que eran los mercados? ¿Tú creías que el capitalismo era un sistema altruista cuando hacías horas extras y te comprabas el apartamento en la playa, desgravando? Los mercados ya actuaban entonces y los bancos y la patronal ya se forraban con tu sudor, pero nadie acampaba en la Puerta del Sol protestando, aunque muchos ya sabíamos que el sistema era una canallada y, algunos, ya peleaban por eso en una anónima sección sindical o asociación de vecinos o sección provincial de un partido político. Y, los eslóganes que habéis adoptado, ya se habían inventado en el 68.
En fin Guillermo, menos preguntas retóricas en tus respuestas y más argumentos. Menos denuncias sobre cosas que todos sabemos (no sólo tú) y más medidas sobre cómo combatirlas. Ya sabemos que el sistema parlamentario no os gusta ni os sentís representados. ¿Qué ofrecéis para sustituirlo? Decidlo de una buena vez.
¿El asambleario? ¿Bakunin?
Ada
/ 14 abril, 2012Salcantay si tan claro lo tienes porqué no lo haces tú en vez de ir exigiéndoselo a los demás. Yo no quiero ser política, haz tú un partido, nadie te lo impide; bueno, la ley electoral te lo pone un poco difícil, y si me convences te voto, así de simple.
Como te pueden decir los que llevan luchando mucho más tiempo que yo, no se consiguen los cambios de la noche a la mañana, y tal vez el papel del 15M sólo sea abrir el camino al tipo de lucha que tú propones, o quizás evolucione en su momento (no tenemos la exclusividad de «la lucha»). Ya que dices que muchas de las cosas que contamos la gente ya las saben y yo te digo que no, que aun hay muchas personas con los ojos cerrados a la realidad, como demuestra que no estén en la calle con todo lo que nos están quitando.
Soy plenamente consciente de que somos menos que al principio y nos faltan manos (esas mismas que nos critican tanto), e igual me expliqué mal, en verano y otoño la gente desapareció en bandada, muchos porque el 15M no eran lo que esperaban y otros porque se quemaron, porque luchar quema, pero nadie se fue después del 20N porque al ganar el PP ya hubieran conseguido lo que querían, como dijo Opi (que siento la brusquedad de mi respuesta, te entendí mal, es lo que tiene leer las cosas rápido), por lo menos no donde yo vivo. Pero ahora está viniendo gente nueva con muchas ganas de cambiar las cosas y se agradece.
Salcantay
/ 14 abril, 2012Yo ya lo hago, Ada, ya lo hago. Yo tengo una idea muy clara de cuál es la forma de hacerlo y la pongo en práctica: voto a la opción política que mejor creo que puede conducir esta sociedad hacia una mejor justicia social. Creo que, con los pies en la tierra, en una Tierra globalizada, es lo menos malo de entre la oferta actual. Seguro que mi postura es discutible y me encantaría contrastarla con la tuya. Pero, ¿qué haces tú? ¿Qué hace el 15-M? En una cosa estoy de acuerdo contigo: en que no todo el mundo tiene claras esas denuncias que hace vuestro movimiento. Pero, ¿no te parece que entre el 15-M 2.011 y el 15-M 2.012 hemos tenido ya suficiente dosis de denuncia e información? ¿Qué viene después?
Porque los políticos y los sindicatos, a quienes descalificáis, así como a aquellos que los secundamos, ya estábamos enterados de lo canalla que es el sistema. Y ya estábamos haciendo cosas, tal como tú me animas a mí. ¿Esas cosas son efectivas?: no lo suficiente, desde luego ¿cuáles proponéis vosotros?
Yo, y muchos «conformistas» como yo, en nuestra cómoda ignorancia, creemos que sólo se puede luchar contra el sistema a través de los cauces que proporciona la democracia parlamentaria. Cuando denunciáis la escasa eficacia de esa forma de lucha, seguro que estaremos de acuerdo. Pero, insisto: ¿qué otro cauce proponéis?
Ya sé que vosotros estáis luchando y reconozco vuestra lucha. ¿Y la de quienes sacrifican su vida personal y meten más horas que el reloj en las asociaciones políticas? Y no me refiero a los parlamentarios que salen en el Telediario, sino a miles de personas anónimas que no conocemos. ¿Eso te parece que no es lucha? Esos están ahora recibiendo las críticas feroces a «los políticos». No sois los únicos culpables, pero habéis contribuido con vuestros ataques genéricos e indiscriminados, a condenar a quienes gestionan la sociedad, convenciendo al personal de que todos son Camps y Bárcenas. Naturalmente, en una tierra donde la honradez no es una cualidad frecuente, las conciencias individuales se consuelan muy bien con esa crítica generalizada y cerril.
Cualquiera que tenga dentro un espíritu revolucionario sabe que el conformismo es el peor enemigo, así que no estoy diciendo que haya que quedarse ahí, y ya está. Pero, una vez hecha la crítica del sistema actual, habrá que proponer el sustituto. Y habrá que hacerlo con las manos puestas ya en el trabajo efectivo. Claro que no se conseguirá el cambio de la noche a la mañana pero, si no empezamos a hacerlo, no se conseguirá nunca. Y ocupar las plazas como única medida de trabajo, no es trabajar.
Yo tengo mi versión (quizá equivocada) del porqué de esa desbandada a la que tú te refieres: se debe a que, la denuncia imaginativa, es un eficaz revulsivo que ilusiona y anima a levantar la cabeza de la rutina y renueva los ánimos ante una nueva perspectiva. Pero, cuando no se pasa de ahí, las personas perdemos el interés. Durante el tiempo de aquel movimiento, aparte de las obviedades sobre la maldad del sistema, no os oí otra cosa que el «No nos representáis». Y claro, os guste o no os guste, en nuestra sociedad sólo se producen los cambios efectivos que promueve el Parlamento. Si ese cauce lo rechazáis, el personal se queda sin opciones. Y, contrariamente a lo que dice vuestro simpático eslogan, los políticos «Sí nos representan». A ti y a mí, que no hemos votado al PP, también nos representan y, lo que es peor, también nos vinculan las leyes y reglamentos que elaboran.
Tras aquellos meses de pancartas y acampadas, el mundo siguió su curso y llegaron las elecciones. Y produjeron sus resultados.
Teníais la opción de haber creado un partido político y haber concurrido a las elecciones. Ahora podríais estar llevando a la práctica vuestros eslóganes mediante la dinámica parlamentaria. Pero claro, eso estaba fuera de vuestra consideración. Ni lo contemplabais.
Desde luego, para poder hacer un partido, hubierais necesitado mojaros bastante más y concretar vuestras ilusiones en medidas reales de este mundo real. Os hubierais enterado, por poner un ejemplo, de que los bancos son un mal necesario y que no se pueden nacionalizar, como pedíais en vuestros simplistas carteles. Al menos, no se pueden nacionalizar, sin que al día siguiente nos demos cuenta de que estamos solos en el desierto y de que no nos queda más remedio que volver a llamar a la puerta y pagar ahora un precio más alto que el de antes de salir. Y, por favor, no te equivoques pensando que estoy defendiendo el sistema.
Así que, después de ese desánimo, cuando ya no tenéis la repercusión mediática que teníais, culpáis a los que se han aburrido y a los medios de comunicación que se han confabulado en contra.
Te recomiendo que, además de pontificar y animar a los demás a la reflexión y a la lucha, os la apliquéis a vosotros mismos. Calificar a los demás de reformistas, en el mal sentido de esa palabra y estar encantado de haberse conocido, no es una forma productiva de pensamiento y discusión.
Salud y, como corresponde al día de que hoy celebramos, república.
Luis
/ 15 abril, 2012Concurrir a las elecciones y utilizar las vías institucionales para canalizar las demandas populares debe ser una exigencia necesaria de todo movimiento o partido que se pretenda de izquierdas, aunque no es suficiente. Cualquier movimiento o partido debe de contar con fuerzas que los respalden. No puede nacer de la nada, ni se puede sustentar de la nada. ¿Quién hay detrás del PP o a qué facción representa? Ya lo sambemos y lo sabíamos antes: a la banca, la oligarquía provincial, nacional e internacional que domina por completo la economía y que resulta mayormente beneficiada del sistema poítico bipartidista. El sistema político bipartidista representa la victoria de las derechas en la Transición. Pero, erróneamente a lo que mucha gente piensa beneficia claramente al PP en detrimento del PSOE, y muchísimo más de IU – es el partido que más pierde en este juego perverso-. Existe un libro excelente del periodista Tobías Grimaldos «EL PSOE Y LA CIA» que explica los ardides y tejemanejes del PSOE durante la Transición: el asalto a la cúpula histórica conformada por LLopis y compañía-quienes representaban al Psoe histórico de la Guerra Civil etc., en favor de un psocialismo de claras connotaciones pro- estadounidenses, la OTAN etc.. A partir de aquí se ponen en marcha toda una seride políticas neoliberales con reconversiones industriales y la conversión de España en un país de servicios dentre del esquema de la división internacional del trabajo.
A pesar de esto y de las varias reformas laborales que tuvieron como objeto, al igual que la última, mermar el poder de las clases populares y trabajadoras en relación con el creciente poder que ya acumulaban los empresario y que ha aumentado, se puede decir, que, en los años ochenta existió cierta influencia de las ideas socialdemócratas dentro del PSOE-hoy tristemente desaparecida en favor del social-liberalismo-. Bueno, en realidad para consolidar el mermado Estado del bienestar que se ha conseguido en España, han confluído dos corrientes, según mi modo de ver. La primera, las luchas pro-revolucionarias de las clases trabajadoras así como de los estudiantes afines a la miríada de partidos y sindicatos que se situaban a la izquierda del PC -este incluido-. En segundo lugar, la opción represantada por el PSOE, de quienes no se puede decir que estuvieran en las calles, pero una vez en el poder representaron un doble juego. El PSOE era un partido inexistente durante la Transición y, en buena medida, muchos de los que lo integraron eran hijos también de antiguos franquistas. Si el PP son hijos de franquistas y franquistas de primera fila, el PSOE representa a los franquistas de segunda fila. Una vez en el poder optaron por un doble juego, contentar a los votantes mediante la introducción de ciertas políticas socialdemócratas – que a nadie se le ocurra dudar de que buena parte de los votantes del PSOE son de izquierdas- mientras que por otra parte, se adapataban como podían a las exigencias del neoliberalismo. Hay que tener en cuenta que por aquel entonces AP era una opción bastante reducida. El contexto favorecía bastante las opciones de izquierdas, y, seguramente, las élites del PSOE se vieron forzadas a realizar algunas concesiones. La base de votantes del PSOE integraba, desde mi punto de vista, a muchas de aquellas personas que se beneficiaron de aquellas políticas socilademócratas: desarrollo en Sanidad, educación, subsidios etc… E integra desde votantes convencidos de izquierda hasta gente despistada que, o bien vota por tradición o no comprende exactamente qué es la izquierda. Hoy que la socialdemocracia está perdiendo fuelle, muchas de estar personas han retirado su voto al PSOE. O bien inducidos por los eslóganes del «no votes, todos son iguales» o despistados que, simplemente, responden a la campaña propagandística del PP «os vamos a dar trabajo». Si bien votan o no al PP, pueden derivar el voto a pequeños partidos de extrema derecha como España 2000 en Valencia.
El parlamentarismo y el Estado de derecho son conquistas arrancadas a la fuerzas conservadoras a base de luchas. Las opciones que quedan al margen de esto es la tiranía. La opción del » todos son iguales» y » no nos representan» no suena demasiado bien. En esa apatía respecto de la política adquiere fuerza y vigor la derecha. De lo que se trata es de reivindicar más Estado de derecho, más democracia, más justicia social, mejor consitución etc… ¿Cómo? Apostando por la defensa de los Derechos sociales y la exigencia de transparencia. Un partido político sin una base social fuerte no es nada. Un sistema parlamentario sin un pueblo empecinado en la defensa de la justicia devien en pura demagogia totalitaria. El pueblo tiene la obligación moral y legal de velar por la exigencia de todas estas instituciones y de todos estos valores. No podemos dejar que las fuerzas conservadoras se adueñen de todo merced a discuros ambiguos que confundan al personal. Tenemos que reivindicar las tradiciones de pensamiento de la izquierda. ¿Qué hay más allá del Estado social-o socialista- y de derecho? Más nos vale exigir que se cumpaln sus preceptos antes que entrar en experimentos extraños, como la historia demuestra. No podemos renegar de esto. Debe ser nuestro punto de partida. Y a partir de ahí, todas las propuestas que hagan falta… Pero pensar que vamos a volver a pequeñas comunidades utópicas donde funcionará el trueque y todos seremos felices es pura quimera e ilusión. Por ejemplo, el Chile de Salvador Allende fue un Estado de derecho con connotaciones socialistas. Y fue verdaderamente más efectivo que la criminal dictadura que le sucedió. Es de dominio público que la dictadura de Pinochet arruinó la economía de Chile. ¿Cómo fue posible el caso del Chile de Allende? Pues porque los valores de la izquierda impregnaban a buena parte de la sociedad. Había un bloque social fuerte de tradición izquierdista que incluía desde el parlamentarismo hasta el marxismo, pasando por el anarquismo. Y sabían lo que querían.
En Grecia se ha puesto en marcha el trueque en varios pueblos, gracias a que el neoliberalismo ha destruido la economía, claro. De lo contrario no es normal que la economía involucione a un estado más primitivo.
También soy consciente de que todo es más complejo de lo que parece. Muchas de las peores reformas neoliberales han sido introducidas por partidos supuestamente socialdemócratas. Y no me es ajena la connivencia de los jerarcas del PSOE con el gran capital: González, Zapatero, Salgado etc… Yo nunca he votado al PSOE, pero hoy por hoy, soy consciente de que es muy difícil que cualquier opción de izquierda pueda progresar y salir de lo minoritario sin tener en encuenta al electorado del PSOE, que, en buena parte, nutría también las asambleas del 15 M como he podido comprobar personalemente.
Aquí de lo que se trata es de acumular poder efectivo y de reunir mayorías constantes y decidias que estén dispuestas a avivar el conflicto en el espacio público: a defender la democracia contra el neoliberalismo económico.
La cuestión es: ¿ha servido el 15 M para organizar más y mejor las izquierdas y acumular poder? Mi respuesta es No. Pero, ha servido para despertar ilusión en muchas personas que la habían perdido completamete. ¿Tiene futuro el 15 M? No lo sé. Lo que si me parece es que ha sido como el echar una pastilla efervescente en un vaso de agua.
Respecto del hippysmo, me parece que en líneas generales le hace un flaco favor a la izquierda. A eso me refería con lo de John Lennon. No era mi intención ofender a nadie, cada cuál allá con sus cosas. De todas maneras el fenómeno Lennon es en cierta manera parecido al de Bob Marley. Ya sabes lo que cataba el antiguo grupo punk La Polla Records: » las multinacionales hicieron a Bob Marley y vendieron Reagge y marihuana». Es, básicamente, un fenómeno social y eminentemente comercial de las clases medias de los 60 que rezuma ambigüedad; se basa en un batiburrillo de ideas místicas, hedonistas, y actitudes extravagantes que poco o nada tiene que ver con las ideas de la izquierda. Bueno, a ser verdad, quizá contribuyeran en algo al desarrollo de los derechos civiles en EEUU, pero por lo que se ve, acabaron siendo peor que los sindicalistas a los que tratáis de «vendidos», ya que muchos no tuvieron el menor problema para reinsertarse en el sistema más puramente caplitalista y neoliberal.
Salcantay
/ 16 abril, 2012Coincido en que el 15-M no ha servido para organizar ni fortalecer a las izquierdas. Tras su aparición, las izquierdas están más debilitadas, aunque es discutible si ha sido una consecuencia directa.
También, en que ha ilusionado a mucha gente. Pero podemos evaluar el resultado práctico de esa ilusión. La ilusión que siente alguien por emprender una tarea, que le lleva primero a prepararse para realizarla, y a trabajar en ella después, es una ilusión productiva. Si la ilusión sólo produce una emoción pasajera…
Los avances en la sociedad, siempre se han producido gracias a gente que se ha entregado a un ideal, por el que estaban ilusionados. Y lo verdaderamente importante era el ideal, y un poco menos la ilusión por él. Aquí yo sólo he visto la ilusión. Pero una ilusión como la de un niño por los Reyes Magos, que le conducirá más tarde al desengaño.
Ilusionarse por el cambio de la sociedad, basando esa ilusión en herramientas sociales de cambio es algo loable y productivo. Los que ya tenemos una edad, hemos visto a gente que se entregó ilusionada a un lucha contra un enemigo fuerte y cruel. Su ilusión estaba basada en la constatación de una realidad opresiva e injusta y el conocimiento claro y evidente de otras realidades fuera de nuestras fronteras. Hacia esos objetivos concretos era hacia los que encaminaban sus esfuerzos, y en su consecución era en lo que se ilusionaban. En ese proyecto había un componente importante de utopía, lo cual es una virtud y no un defecto.
Ahora bien, cuando ocurre al revés, o sea, cuando lo sustancial es la utopía, exenta de realidad (o casi exenta), sólo se camina hacia la melancolía. Vivimos en una superficialidad intelectual absoluta. Creemos que debate es lo que ponen en Tele-5 o lo que hacemos en la barra del bar. Pinchamos en Google u oímos el telediario, recogemos cuatro conceptos sobre materias complejas, como economía o política exterior y las repetimos como papagayos pontificando y creyéndonos, o haciendo creer, que sabemos de lo que hablamos. El primer error es ignorar que, para todas las cuestiones de esa complejidad, siempre existen dos razonamientos: los de los que son de nuestra cuerda y los de la contraria. Los conceptos que yo oí manejar a los que hablaban en nombre del 15-M, y los que sigo oyendo, están basados en ese mismo sustrato superficial que no resiste el primer embate de una discusión.
Que las pancartas sean eslóganes directos, breves e imaginativos, es lo correcto. Que, cuando quienes las sostienen entran en el debate, no pasen más adelante en sus razonamientos, es decepcionante.
Parten de un error de base que anula todo lo que viene después. No parecen apreciar que estamos inmersos en una sociedad capitalista, de consumo, globalizada e injusta. Pero que estamos en el bando explotador y no en el explotado. Que renegamos de todos sus mecanismos y de los beneficios que producen, considerándolos, con razón, crueles y abusivos, sin darnos cuenta de que somos quienes manejamos esos mecanismos y quienes nos beneficiamos de ellos. Estamos muy lejos del nivel de beneficio que obtienen del sistema los grandes capitalistas pero, incluso quienes están parados y sin prestaciones, gozan de una sociedad llena de privilegios. Y esa distancia que nos separa de Botín (o de otros) es muy relativa. Quienes de verdad están padeciendo la injusticia de la sociedad occidental, o sea, los somalíes, etíopes, ecuatorianos, etc, etc, esa distancia entre Botín y nosotros probablemente no la apreciarían. Sería como comparar desde aquí la distancia entre una estrella u otra, cuando hay años luz a cualquiera de ellas. Así que, cuando los «indignados» claman por que se controle a «los mercados» o por que se obligue a la banca a que «amplíe la concesión de créditos», no se dan cuenta de que, no sólo están implícitamente apoyando y aceptando los instrumentos clave del sistema capitalista, sino que buscan seguir beneficiándose de ellos y que ese beneficio no es inocente y aséptico, sino que va en perjuicio de una gran parte de la sociedad que, si realmente fuera consciente, sí estaría «indignada», pero de verdad.
Por eso, mientras estamos inmersos (y tan a gusto) en el sistema globalizado, occidental y capitalista, no podemos estar clamando por la nacionalización de los bancos o la limitación del beneficio de los capitales. No podemos aceptar nuestro sistema, con sus reglas de juego y renegar de los resultados que produce.
Cuando esos portavoces (momentáneos) del 15-M acudían a algún debate, no salían de la enumeración de las injusticias que se producen a diario ante nuestros ojos. Pero las presentan como si fuera algo contra el sistema, en vez de comprender que es, precisamente, la respuesta lógica de ese sistema y que, aunque en menor medida, también a ellos les beneficia. Por poner un ejemplo, podemos lamentarnos de que el sistema permita a un sinvergüenza como Camps librarse de la cárcel.
(Por el asunto de los trajes no es delincuente. Por las cosas que de él mismo oímos en sus conversaciones, es un sinvergüenza, y de eso no lo protege ninguna presunción).
Podemos clamar contra ese resultado calificándolo de injusticia, pero no de ilegalidad. En nuestra sociedad se compra todo: los buenos abogados y los buenos médicos, entre otras cosas. Si se tienen buenos abogados, se libra uno de castigos judiciales y de enfermedades. Presentar estas consecuencias del sistema como irregularidades y chanchullos, es alienar a la sociedad y crearle expectativas e «ilusiones» que le conducirán a la frustración. Naturalmente, sólo es un ejemplo de los muchos que se podrían citar.
Sería más productivo identificar esas lacras como el resultado lógico de la mierda en la que estamos metidos todos, aunque no todos resultemos tan favorecidos.
Esa diagnosis, sí conduciría a una auténtica revolución. Claro que, ¿quién estaría dispuesto al sacrificio que conllevaría? Y, lo que es aún peor: ¿a quién le gustaría la situación igualitaria a la que nos conduciría? Probablemente pocos estarán dispuestos.
Por eso, mientras no se esté por cosas tan radicales (y justas de verdad) algunos nos quedamos con el sistema actual, pero gestionado por los que ofrecen el mayor grado posible de lucha y moderación de esos injustos mecanismos: la socialdemocracia.
Si alguien predica un auténtico cambio del sistema, una vez que haya meditado de cuál es su lugar en el mismo, me pensaré si me apunto, aunque seguro que me falta voluntad y generosidad. Mientras lo que se predica sea «la abolición de la banca y de los mercados, para que fluya el crédito, y volver a las horas extras y las rebajas del Corte Inglés» no me voy a ilusionar. Lo siento.
Luis
/ 16 abril, 2012No cabe ninguna duda de que la utopía es algo positivo. Renegar de este horizonte y basar las espectativas políticas en la ausencia de utopía, conduce a la desesperanza y por ende a la justificación de este infierno en el que se ha convertido el planeta Tierra; ésta es una de las bases del neoliberalismo económica y de la sociedad capitalista, que, por otra parte, tampoco deja de ser un utopía pero además totalitaria: la utopía del mercado absoluto. Todo lo que no quede sometido al Dios mercado, lo distorsiona, y, es, norma obligatoria, el hecho de eliminarlo. La sociedad no está poblada por personas humanas con necesidades y sufrimientos reales, está poblada por cosas que deben adoptar su destino y existencia a las leyes del mercado. Claro, así, el mercado ya no es una institución humana sino que deviene un ente divino con capacidad para imponer sus designios a la sociedad o a las sociedades. A nivel planetario, genera distorsiones. Una buena parte de la población queda excluida automáticamente de los «beneficios» que el Dios mercado otorga a sus subditos. Dentro de la división del trabajo que ha impuesto el Dios, las tres cuartas partes de la humanidad quedan sumidas en la miseria, pobreza y degradación más absoluta, obligados a luchar día a día por la supervivencia. Les está reservado el papel de suministradores de materias primas y, en ocasiones, mano de obra esclava, para las potencias dominantes.
Bien, las cosas así, veamos. El mismo proceso de nacimiento de las sociedades capitalistas se asienta ya dobre el expolio y la dominación de, por un lado, los pueblos conquistados como es el caso del expolio español -por poner un ejemplo- en las américas, y, por otro, sobre el abuso y la degradación de buena parte de la población autóctona que han soportado también siglos de esclavitud, vasallaje y abusos. Me viene a la mente el caso de los «enclosures» en la Europa pre-Revolución industrial a través de los cuales se produjo el robjo de tierras comunales a buena parte del campesinado en Europa, proceso que, en buena medida, propició la acumulación de grandes capitales relacionados con la tierra, y, forzó a la miseria absoluta y la serivdumbre perpetua a muchísmias personas. Muchos de ellas, desposeídas y humilladas, fueron las que más tarde engrosaron las filas del proletariado industrial y acabaron hacinadas en grandes urbes insalubres. Naturalmente, la Revolución Industrial persiste en el expolio a través del colonialismo etc… Cuando hablamos de que en Occidente somos «priviliegiados» conviene matizar la expresión. Siglos de lucha y sufrimiento, así como la yuxtaposición de otras circunstancias, consiguieron la abolición de la servidumbre y la miseria en la que vivíamos hasta hace relativamente bien poco.
En política, las cosas que se logran, no se deben, por norma general, a la volunta de las personas. El voluntarismo excesivo es un error típico en el que caemos frecuentemente. El voluntarimos del 15 M, me recuerda, en ciertos aspectos, al antiguo voluntarismo de los viejos anarquistas. Naturalmente el 15 M no se puede ni comparar en nivel de lucha con el anarquismo. El voluntarismo reza así: yo quiero que las cosas sean así, por ende: lo serán. Parece como si el mundo se rijiera por lo que nosotros queramos o no. Se da excesiva importancia a la fuerza de la voluntad indiviudal, como los Apostóles. Hay que convencer uno a uno a todo el mundo, agitar sus conciencias, y, como, por arte de magia, debido a una especie de harmonía preestablecida oculta, todas las voluntades y conciencias conincidirán. Craso error.
1. No se entiende que en política todo es resultado de un juego de fuerzas.
2. No se recurre adecuadamente al estudio de la estructura económica, material y sociopolítica de la sociedad.
3. Se tiende a pensar que es la conciencia individual la que domina al mundo – argumento de claras connotaciones mísitcas o como en el caso de los anarquistas de índole kantiana-.
4. En ocasiones, como he visto en el 15 M, se da pábulo a actitudes pro-irracionalistas y místicas cuasi religiosas -por parte de ciertos individuos, claro-.
5. Se acaba confundiendo la velocidad con el tocino.
Respecto de las revoluciones políticas el tema es harto complejo. El porqué o la razón de su existencia todavía es objeto de debate entre los científicos. Cada revolución tiene su especificidad propia. Conviene no apresurarse a la hora de utilizar este concepto. ¿Comparte todas las revoluciones algún rasgo común? ¿Cuál es la razón de que una revolución estalle en un lugar y no en otro? ¿La existencia de una minoría de vanguardia o la existencia de ciertas conficiones materiales que predisponen a las personas para actuar así? Lo que sí me parece claro es que el concepto de revolución como un gran cataclismo o conflagración universal que acabará de raíz con las maldades que el capitalismo impone en el mundo es algo dudoso. Soy escéptico al respecto. No creo en la formación del hombre nuevo ni del mundo nuevo.
Existen revoluciones por las que no se apostaba ni un duro y han triunfado. Y existen también revoluciones que han nacido muertas o que han durado menos de un día, como el hijo de Lessing.
Por otro parte, coincido contigo en que la falta de formación, profundidad y terrible simplismo de muchos de los que pretendían ser la voz cantante en las asambleas, me pone los pelos de punta. Muchos- no todo el mundo naturalmente- se permitieron el lujo de despreciar a los antiguo militantes y a las antiguas luchas. En principio, se dio una situación bastante absurda. Muchas de las personas que tenían experiencia en organizar cosas por el estilo permanecían apartadas y la voz cantante se delegaba en personas que, a simple, vista, se podría decir que nunca habían participado en ningua asociación de tipo político etc… La situación era paradójica. En la asamblea de mi pueblo, la combinación de frikismo con personas que mostraban una verdadera sensatez política y participación y tradición en otra luchas era algo verdaderamente curioso. Digno de un tesis doctoral.
Claro, sucedió lo que tenía que suceder. A la primera ventisca se hundió el barco y, en poco tiempo, muchas de las personas que mostraban más ímpetu en la formación de actividades desaparecieron, como desaparecen las brumas de la mañana.
He leído una explicación, no recuerdo dónde, sobre la configuración del 15 M que me ha parecido convincente. Señala que, en la configuración de este movimiento, han confluido por un lado los antiguos movimientos cercanos al anarquismo etc., de tradición de lucha y organizados a la izquierda de la izquierda institucional por un lado, y, por otro, jóvenes de clases medias que carecían de experiencia en este tipo de acontecimientos y cuyas reivindicaciones política quizá hayan despertado al calor de la crisis. De ahí la ambigüedad que caracterizaba al movimiento al principio pero que poco a poco fue desapareciendo -yo no lo tengo tan claro-. En la plaza de Sol lo mismo nos encontrábamos con un chiringuito antitaurino, que con el rincón de las feministas o con sectores más revolucionarios y de tradición más politizada y con las ideas más claras. Al final parece que acabó siendo como una especie de cajón de sastre.
Salcantay
/ 16 abril, 2012Pues, en la parte en la que consigo seguir tus explicaciones, que no es la mayor, estoy de acuerdo contigo. Me parece que concordamos en lo único que yo vengo manteniendo en esta entretenida discusión: en que el 15-M sólo era un espejismo, con una apariencia ingeniosa, divertida e imaginativa, pero que, bajo ella, no había casi nada. Desde la atroz superficialidad con la que nos enfrentamos a la cosas, deslumbró a muchos pero ha quedado en lo que era: un movimiento testimonial que no conduce a nada tangible.
Una pena, sobre todo porque, como ocurre siempre, habrá desgastado las ganas y el empuje de otros intentos futuros.
Luis
/ 16 abril, 2012Lamento el hecho de haberme explicado ambiguamente. Simplemente quería significar que a la hora de hablar de Revolución hay que tomar ciertas precauciones; también quería decir que a nivel personal el 15 M me ha parecido al mismo tiempo un gozo y un sufrimiento. Me ha supuesto una alegía y, como dices tú, » un desgaste». En mi opinión, la naturaleza de este movimiento es la más pura ambigüedad. Pienso también, que, cuando se habla del «mercado», es obligación nuestra comprender qué es, cómo se conformó, y cómo funciona actualmente. El mercado no es un ente abstracto. Es posible explicar cíentíficamente su funcionamiento desde lo concreto; desde la historia; desde la vida real y actual de la sociedad. Simplemente, mi pretensión ha sido el poner ejemplos concretos, pero, por lo visto, no me explico bien en el campo de la historia económica. Un saludo¡¡¡
Mark de Zabaleta
/ 19 mayo, 2013La falta de organización e infraestructura conduce a su lenta desaparición…quedará testimonialmente!
Mark de Zabaleta