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El veredicto de Camps

El veredicto de Camps ha abierto el debate  civil sobre la salud democrática de nuestra racionalidad judicial. Mientras el tejido social del Partido Popular rinde homenaje al hombre obstáculo que dimitió como "president" para no enturbiar las aguas limpias del resultado electoral. La malla civil de la izquierda, clama indignada por la transformación súbita del estruendo mediático de los trajes en aguas de borrajas y titulares de honorabilidad. Es precisamente esta dialéctica entre la razón azul y la indignación roja la que extiende la mancha internacional de nuestra institución judicial.

Desde la crítica de la izquierda, o dicho en otros términos, desde la indignación de la emoción debemos analizar con rigor las causas que alimentan la razón de nuestra frustración. La absolución de Costa y Camps ha quebrado las expectativas culpatorias del veredicto. La esperanza de su culpabilidad por parte de las siglas progresistas  ha sido la causante de este mal sabor de boca marcado por ingredientes de razón y frustración.  Los juicios paralelos en el tejido mediático de este país,  la dimisión del "president" y la acusación de Garzón por prevaricación en la causa,  han contribuido, sin duda alguna, a la indignación roja, que decíamos atrás.

Durante tres años, la prensa, y sobre todo El País, ha mercantilizado el discurso de los trajes en pro de sus mercados. Un día sí y otro también, se han estado vendiendo por capítulos las filtraciones interesadas de la trama. La misma música pero en distinto escenario que actualmente está sucediendo con Urdangarín. Este deterioro paulatino de la presunción de inocencia por parte del cuarto poder  ha contribuido a la generación de expectativas irracionales en la opinión pública y sesgos perceptivos en la marca judicial.

La dimisión orquestada del "President" con fines partidistas pero vendida al electorado en clave de "honorabilidad" ha sido la segunda causa explicativa del enojo social. El desplome del "campsismo" por trece insignificantes trajes, en palabras de Camps, ha sido servido hoy a las filas populares para borrar parte de la mancha por corrupción incrustada en su tejido conservador. La percepción civil de la baja voluntaria como "president"  contribuyó, sin duda alguna, a la construcción de las expectativas sociales de su culpabilidad. El ideario colectivo no entendió que la dimisión no fue con fines de honorabilidad sino con fines políticos para salvar el  posible tropiezo de Rajoy.

La simultaneidad del juicio a Baltasar Garzón por la autorización de supuestas escuchas ilegales en la causa de Camps ha contribuido a levantar la ira del veredicto entre los incondicionales del juez. Como bien decíamos en la red social, "mientras Garzón espera la sentencia por la presunta prevaricación en la trama Gürtel, Camps es declarado culpable". Este juego de palabras basado en la evidencia empírica pero nublado por la paradoja de su argumento contribuye, sin duda alguna, al análisis de los efectos sociales del veredicto.

Finalmente, la declaración de Camps no culpable por cinco votos a cuatro,  emitida por un jurado popular siembra de espinas los campos de la crítica. Jurado popular formado por ciudadanos de la Comunidad Valenciana y  con altas probabilidades de haber contribuido a la mayoría absoluta de su acusado. Jurado popular "imparcial" pero eso sí influenciado, sin duda alguna, por los efectos del tóxico mediático que decíamos atrás y la dimisión del hombre que defendió su supuesta "honorabilidad". Con un jurado popular deslocalizado y sin sesgos perceptivos otro gallo hubiera cantado.

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10 COMENTARIOS

  1. Es obvio que la Justicia no es igual para todos….

    Mark de Zabaleta

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  2. Jespanolgar

     /  28 enero, 2012

    ¿Juzgaría usted con un jurado popular guipuzcoano los crimenes de un etarra? ¿A cuanto valor monetario ascienden los regalos que se les dieron a Camps y a Costa? ¿A cuanto asciende la supuesta ayuda al Juez Garzón en su master en Estados Unidos? pues después de contestar a estas preguntas, piense usted que clase de justicia tenemos en España, y la desafección que provoca en la ciudadanía hacia el Estado, esta falta de moralidad; da como resultado los 5 millones de parados ante la falta de credibilidad que provoca nuestro sistema social, en permanente estado de alarma por las injusticias que se cometen en nuestro suelo. La justicia se dice que es ciega, pero en España es tuerta ya que ve con el ojo derecho, y con esta patente de corso es imposible creerse un minimo de decencia esta institución. La justicia debería resolver problema, pero la realidad es que los crea, y muy gordos.

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  3. rosa

     /  28 enero, 2012

    La justicia en este nuestro penoso país siempre ha sido justa solo para unos pocos, éso no es nuevo.Pero, desde que está absolutamente politizada, el problema se ha agravado aún mas.Estoy con Abel en que los medios de comunicación,que vulneran sistemáticamente la presunción de inocencia,derecho constitucional teóricamente invulnerable,y los partidos políticos que, en su permanente lucha por el poder,no miran mas allá de sus propios intereses partidistas,tienen gran parte de culpa en esa politización extrema de la justicia.Si a ello añadimos la ignorancia generalizada del ciudadano respecto a los valores y funcionamiento de nuestra Constitución y la decisión,por otra parte absolutamente interesada, de un jurado popular para decidir sobre un delito tan difícil de dilucidar desde el punto de vista del Derecho y, además, elegido entre paisanos del imputado,que llevan años votándolo sin importarles la corrupción masiva existente,han dado como resultado este veredicto vergonzoso.No es ninguna casualidad que, en los juicios contra el juez Garzón, no se haya contemplado,ni de lejos, la posibilidad de que fuera juzgado por un jurado popular, sin duda porque los jueces saben muy bien que el ciudadano medio es conocedor, o al menos intuye, que son juicios políticos que no se atienen a derecho.Enfín,tal como se hizo la Transición,todo ésto era mas que previsible.Una pena.

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  4. Soren

     /  30 enero, 2012

    A ver, a ver. Párémonos un instante :

    ¿Que queremos decir? Que los ciudadanos no estamos "preparados"/"legitimados" para juzgar a nuestros semejantes? si la respuesta es no, entonces ¿no es un juez un ciudadano antes que juez? es susceptible de incurrir en los mismos errores no?. ¿O es que queremos decir que el juez es mas "profesional"? si la respuesta es si, entonces, si el criterio de la justicia es la profesionalidad, es algo que proviene de los profesionales, pero yo creía que la justicia dimanaba del pueblo, los jueces solo "administran" las justicia. Si nos saltamos al administrador y vamos a la fuente- al pueblo- deberiamos tener una justicia mas perfecta, mas "fetén". ¿O acaso queremos decir que el pueblo es demasiado "iletrado/inculto" para discernir las pruebas y juzgar con bien? si la respuesta es si, estamos diciendo que los cultos, e instruidos son los que deben regir y gobernar, no solo la justicia, sino la politica, la economía, etc. si la respuesta es si, mirese por favor la definicion de "despotismo ilustrado" en un diccionario historico. Quizas nos aclare un poco las cosas.

    En lo relativo a otros temas puntuales,- Garzon, politizacion de CGPJ, la Transicion, etc. …para otro momento, que hoy ya estoy cansado.

    Soren

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  5. rosa

     /  30 enero, 2012

    Soren, si lo que escribes se refiere, como parece obvio, a mi comentario, me permito aclararte que ,cuando yo hablo de la falta de preparación de un jurado popular, me estoy refiriendo al caso concreto de un delito tan difícil de definir e interpretar como el cohecho impropio, no en general.Naturalmente que la justicia emana del pueblo, así lo establece la Constitución y así debe ser en una democracia, pero otra cuestión es la administración de la misma y la interpretación del Código Penal en casos concretos. Es evidente que hay que tener determinados conocimientos jurídicos para hacerlo y ése lo tienen,o deben tenerlo, los jueces y magistrados… A mi, francamente no me gustaría que mi derecho a la salud, por ejemplo, no estuviera en manos de los médicos, o que mi derecho a la defensa justa no estuviera en manos de los abogados, etc,etc,etc.

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  6. Julián

     /  30 enero, 2012

    El jurado de Camps debería haber sido con los mismos escrupulosos métodos que los sondeados para las elecciones generales por el CIS, Metroscopia, Sigma Dos o cualesquiera otro inistituto de opinión medianamente serio.

    Si son todos ellos valencianos, ¿qué van a votar? Lo mismo que su Comunidad Autónoma, corroída por la corrupción del urbanismo salvaje: huertas de naranjos y playas de pescadores sacrificados por edificios de apartamentos, circuitos de Fórmula I, aeropuertos sin aviones, museos de la nada…

    ¡Qué país!

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  7. Soren

     /  31 enero, 2012

    Rosa :

    En primer lugar, no quiero que te enfades-que supongo que no lo estás- porque solo han sido unas pocas preguntas en voz alta, nada mas.

    Voy a intentar comentar algunas cosas que has escrito y espero que con estos comentarios quede un poco al descubierto mis temores, deseos y bajezas.

    Que te hace pensar que tus derechos de salud reposan en los medicos?-piensa en presupuestos, prioridades, privatizaciones, etc- el medico es tan solo un eslabon en el conglomerado de la sanidad – es mas, me atrevería a decir, que ni siquiera el mas importante.

    En cuanto a lo de la justicia, quiero expresar una conviccion y un deseo: la justicia deberia ser tal que no hiciera falta toda esa bateria de conocimientos y procedimientos juridicos. Debería ser muchisimo mas evidente. ¿Crees/creeis que las reglas y exhortos juridicos AYUDAN a la justicia? pensadlo,-yo cada vez que leo un documento de ese cariz, sudo la gota gorda, y en el fondo lo que pienso es que lo ponen tan enrevesado para encubrir una necesidad vacua de agentes-magistrados, jueces, alguaciles, abogados, etc-.

    Con esta premisa, desde mi punto de vista huelga decir que eso de que "la justicia no es igual para todos" evidente.Fijaos, esta afirmacion la corrobora hasta nuestra sacrosanta Constitucion, sí..de verdad. En uno de sus articulos dice que el Rey no puede ser juzgado….luego todos no somos iguales ante la ley. Hay al menos uno que no lo es.

    Otro comentario que hacías era el de discriminar delitos-Para El cohecho impropio- para éste delito no y para cual más no? para la apropiacion indebida -el robo-? Si? y si el robo lo hace un banquero? con jurado o sin jurado? hay diferencia? ..

    Rosa perdoname si te he ofendido, de verdad no era mi intencion….

    otro dia mas….

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  8. rosa

     /  1 febrero, 2012

    Soren… no me has ofendido en absoluto, xd!!!…sólo rebatía tus argumentos.Ëste es un blog donde cada uno puede dar su opinión libremente, gracias a dios…Me pregunto por qué el juez Garzón no está siendo juzgado por un tribunal popular, por ej…Y en cuanto al ejemplo que puse sobre los médicos, evidentemente si no tienen medios nuestra salud peligra, pero tú pondrías tu salud en manos de un,pongamos por caso,veterinario??…o mandarías a tus hijos a un colegio donde los profesores no fueran profesionales??… pues a éso me refería. Saludos.

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  9. Jose

     /  3 febrero, 2012

    Bueno, hace unos años una tal Otegui supuestamente les pego unos cuantos tiros por la espalda a dos Ertzainas. Fue juzgado por un jurado popular de guipuzcoanos, como él y salio NO CULPABLE ¿os acordais? Se hablo de jurados popular y de composiciones mucho pero….Se repitio el juicio o se intento, pero el tipo ya estaba supuestamente en paradero desconocido

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  10. De verdad todavía hay gente que piensa que la justicia es la igual para todos? por favor, miren a su alrededor.

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  • SOBRE EL AUTOR

  • Abel Ros (Callosa de Segura, Alicante. 1974). Profesor de Filosofía. Sociólogo y politólogo. Dos libros publicados: «Desde la Crítica» y «El Pensamiento Atrapado». [email protected]

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