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Interviú, Tiempo y la muerte del periodismo

Ayer, como saben, cerraron las revistas Interviú y Tiempo. Cerraron, y valga la casualidad, el mismo día que El Rincón de la Crítica cumplía siete años. El blog sobrevive al cáncer que padece el periodismo español; un cáncer – y disculpen por la metáfora – que algunos llaman Internet y otros fatalismo. Tras caminar, largo y tendido, por las callejuelas de Twitter, escribí el siguiente tuit: "Cierra Interviú y cerrarán todos los medios, y morirá el periodismo. Internet es el depredador de la prensa analógica, lo mismo que ocurrió con el ordenador y la máquina de escribir". En breve, Alberto Pozas – director de Interviú – realizó el siguiente matiz a mi tuit: "con una diferencia notable: el ordenador mejoró a la máquina de escribir. No creo que Internet, mejore a la prensa analógica si hablamos de información". Acto seguido, otra usuaria de la red añadió: "Excepto que se considere periodismo a hacer refritos de otros artículos, titulares con "morimos de Hamor" con H y los lectores solo quieran ver fotos con gatitos". Finalmente, Quino Andréu – otro seguidor – apuntó: "Internet o los 6000 medios "públicos" y los mercenarios de la posteridad, el Ibex35 y PPSOE". 

Tras leer la conversación, llegué a la conclusión de que tanto Pozas como Andréu tenían razón. El primero, porque Internet ha dejado sin sentido el papel del periodista. En días como hoy, las redes sociales han roto las distancias que justificaban la función del periodismo. El segundo, porque la polarización – el sometimiento de los medios a intereses económicos y políticos – ha hecho del periodismo el arte de la postverdad. Así las cosas, tanto Internet como el fracaso del modelo periodístico han causado la agonía y muerte de grandes medios, tales como Público (en su edición de papel), CNN+, y ahora Interviú, entre otros. Ante esta situación, la industria del periodismo tiene dos opciones: reinventarse o morir. Morir, queridísimos lectores, porque las redes sociales y la proliferación de medios digitales han colapsado la estructura de la información. Si navegamos – por ejemplo – por la sección de noticias de Google, observamos como cada hecho informativo tiene cientos de titulares repetidos; algo nefasto para el mercado de la información. Las redes sociales han ninguneado la función del corresponsal. Las redes sociales han construido un pequeño mundo donde las noticias fluyen y, se hacen virales, sin necesidad de que los intermediarios controlen su recorrido. Morir, porque los partidos ya no necesitan a los medios. Gracias a las redes sociales, los líderes políticos difunden sus mensajes a millones de seguidores. La "prensa analógica" se ha convertido en un plato de segunda para un sector residual de la población, que todavía sigue atado a la prensa tradicional ante su resistencia a lo digital.

El periodismo debe reinventar su modelo. La reinvención pasa por, entre otras, las siguientes recetas. La primera, ruptura con los lazos partidistas. Es necesario que los partidos, por un lado, informen a los suyos a través de Internet – medios propios y redes sociales -, y que la prensa, por otro lado, se dedique al análisis objetivo. Un análisis, realizado por sociólogos y politólogos, que explique el hecho informativo sin caer en el sesgo ideológico acostumbrado. La segunda pasa por la especialización. Es necesario que los medios rompan con los prismas generales y se centren en termas específicos. Es urgente una prensa salmón, negra, verde y amarilla. Una prensa diversa que profundice en tribunales, deportes, sociedad y demás secciones informativas. La tercera, y ya van tres recetas: originalidad. Una prensa donde predominen las noticias propias en detrimento de las cocinadas por agencias como Europa Press y EFE, entre otras. Y la última receta: rotación. Es necesario una rotación de las Firmas de Opinión. No es de recibo que en algunos medios escriban los mismos columnistas desde los tiempos de Suárez. En suma, es urgente construir una prensa imparcial, crítica, impredecible, diversa, original y cambiante. Una prensa, como les digo, distinta al paisaje que se vislumbra desde las páginas del vertedero.

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1 COMENTARIO

  1. Un gran análisis …

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  • SOBRE EL AUTOR

  • Abel Ros (Callosa de Segura, Alicante. 1974). Profesor de Filosofía. Sociólogo y politólogo. Dos libros publicados: «Desde la Crítica» y «El Pensamiento Atrapado». [email protected]

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