El chirrido de los carritos

Las columnas de la Caverna han salido reforzadas con el  "atraco" de Gordillo. La izquierda revolucionaria de los tiempos de Marx ha roto las líneas infranqueables de la legalidad. La "expropiación forzosa" de los tiempos de Jú ha vuelto a ser noticia en las miserias del XXI. El titular de la semana ha servido a la Crítica para reflexionar sobre los basureros de la sociedad. Mientras los empleados de Roig arrojan miles de alimentos a los dientes de la basura, el 20% de la población mundial agoniza lentamente de hambre en los traseros del dinero. Es precisamente esta práctica de los buques del carrito, y no otra, la que ha querido denunciar el alcalde de Marinaleda con la metáfora del Capital.

La culpa fue de Zapatero, sigue sacando rédito a los clientes de Rubido. Las palabras de Iñaki en la 13 de ABC, visten de largo los tentáculos de la demagogia. La "gamberrada" de Gordillo – dice el autor de "haciendo amigos" –  "es  la última impostura, la última broma, la última gansada de esa izquierda española que se está comportando ante la crisis como el idiota de la familia". El "idiota de la familia"  – o sea la izquierda española – es precisamente la que está haciendo todo lo posible para que este país salga de la quema. Gracias al idiota, el gasto público ha sido recortado por las tijeras del patriarca. El idiota – o sea las clases medias de Hispania – han visto como en ocho meses de desgobierno marianista, los poderes de la derecha ha construido las trampas de la pobreza. Precisamente, gracias al …, el ciclista de la Moncloa ha empuñado el ramo de las rosas.

En determinadas ocasiones, decía un sabio psicólogo de los paraninfos de Alicante, el ser humano comete tonterías. La irracionalidad del sistema invita al intelectual del presente, a saltarse las reglas del juego democrático. Salto de normas para poner puntos de inflexión en los convencionalismos anormales. Es precisamente, esta llamada de atención en medio de las aguas irracionales que mueven las corrientes del capital;  las que salpican las portadas en forma de noticiones y titulares amarillos. Las grandes revoluciones, aquellas que han roto los tejidos  de las sociedades estamentales, han comenzado por "imposturas" de unos pocos contra las legitimaciones de ilógicas establecidas.

Desde la Crítica intelectual debemos reflexionar sobre los pros y contras del "hecho" de Gordillo. En la balanza de las ventajas. Gracias al chirrido de los carritos, hemos visto en las vitrinas de nuestra mente, lo poco importante que resulta la pobreza para los vampiros del Capital. Gracias a la última versión de Robin Jú, en palabras despectivas de la Derecha, los candidatos a la miseria han notado las escarpias de la pobreza, por las  toneladas de "hacendados" que se arrojan a la basura. En la otra cara de la moneda. El hecho de "gordillo", es el propio de un pobre "chorizo" que asalta supermercados con pistolas de juguete con el riesgo de ser pillado por las patrullas de Fernández. La España de los idiotas.